Presión para Ferrari, eclipsada por duelo Rosberg-Hamilton en Monza

Más allá del repetido duelo entre los rivales y compañeros en Mercedes, Nico Rosberg, reciente ganador en Bélgica, y Lewis Hamilton, al frente del Mundial, la presión recaerá en la escudería Ferrari, que correrá en casa este fin de semana en el Gran Premio de Italia.

Las imágenes del choque entre Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen, el domingo pasado en la primera curva del circuito Spa-Francorchamps, permanecen en la memoria de todos los miembros de la 'Scuderia'. No son la mejor carta de presentación de cara a la carrera en Monza, delante de miles de 'tifosi' deseosos de ver al fin un triunfo de los suyos.

El Team Principal de Ferrari, el sempiterno Maurizio Arrivabene, no pierde la esperanza, a pesar de las críticas inclementes del presidente-director general (PDG) de Ferrari, Sergio Marchionne.

"Para nosotros hubo algo positivo en Spa", señala Arrivabene, aludiendo a la velocidad que mostraron los monoplazas rojos hasta alcanzar el Top 10 en Bélgica: "Lo que es más alentador es que después del choque, cuando nuestros coches estaban dañados, su comportamiento fue bastante bueno. Podemos pasar página y mirar a Monza con optimismo", anunció el exdirigente de una compañía de tabaco.

Otro de los pilotos que salió malparado del Gran Premio de Bélgica, el danés Kevin Magnussen (Renault), accidentado en la sexta vuelta, deberá someterse a exámenes médicos en Monza a cargo de los médicos de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para poder rodar en el asfalto italiano. Aunque parece que no tendrá problemas para que así sea.

"Me siento mucho mejor, es una buena noticia. Me hice varios exámenes que demuestran que puedo correr en Monza y estoy seguro de que estaré en el coche. Estábamos (los dos pilotos Renault) en el top-10 en Spa y estoy muy motivado para repetir en Italia", declaró el danés en un comunicado.

Otro que querrá repetir en Monza será Hamilton, ganador los dos últimos años en el vetusto aeródromo, donde también se impuso en 2012.

Su inesperado podio en Bélgica luego de salir último le permitió conservar el liderato del Mundial con 9 puntos sobre Rosberg. "Limité bien los daños, fue un resultado fantástico para todo el equipo", resumió el triple campeón del mundo inglés.

"Conozco muy bien Monza, rodé allí en varias categorías y es imposible no amar un circuito así", añade el piloto Mercedes.

Tanto él como Rosberg tienen a los Red Bull y a los Ferrari como principales rivales por el triunfo, en un circuito rápido, donde la velocidad media en las calificaciones ronda los 250 kilómetros por hora.

Rosberg llega optimista después de coronarse en las Árdenas belgas. "Encaro las carreras de una en una. Para mí, cada carrera es una final de Copa", señala con un símil futbolístico, el otro deporte que le apasiona.

Para su regocijo, este jueves por la tarde está previsto un partido de fútbol sobre la pista entre pilotos en activo (Verstappen, Alonso, Ricciardo, etc.) y futbolistas retirados (Pires, Trezeguet, Karembeu). Por una causa benéfica.

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