La 'Roja mecánica' entró en la historia y ahora apunta a Rusia-2018

Con un segundo título en dos años después de décadas de espera, Chile se recibió este domingo de grande en América y entró en la historia del torneo con un doblete que la proyecta como candidata para el Mundial de Rusia-2018.

La nueva victoria 4-2 por penales ante Argentina en la final de la Copa América Centenario en el MetLife Stadium de East Rutherford (Nueva Jersey), despejó cualquier duda sobre la chapa de campeón de esta generación dorada coronada ya en casa en 2015.

Es que Arturo Vidal, Alexis Sánchez, Eduardo Vargas, Claudio Bravo y este gran equipo chileno cambiaron de técnico con la partida de Jorge Sampaoli y la llegada de Juan Antonio Pizzi pero no de estilo ni de ambición.

El embrión de esta 'Roja mecánica' viene de lejos: Vidal, Alexis, Mauricio Isla, Gary Medel y el arquero Christopher Toselli son sobrevivientes del equipo juvenil tercero en el Mundial Sub-20 de Canadá-2007.

El moderno juego de presión asfixiante sobre el rival y explosión en ataque moldeado por Marcelo Bielsa y sus sucesores, ha encontrado intérpretes de excelencia que vencieron el viejo complejo de inferioridad de Chile ante los denominados grandes de América.

Muchos de ellos estrellas en sus clubes en Europa, no les pesó la presión de tener que defender el título, ni se dejaron carcomer por las dudas de un comienzo incierto del torneo en Estados Unidos, con derrota incluida justamente ante Argentina.

Después de aquel tropiezo, se recuperaron con una sufrida victoria con polémica ante Bolivia (2-1) y clasificaron para la ronda eliminatoria venciendo a Panamá 4-2 en un encuentro que sirvió para que Vargas y Sánchez, con dos goles cada uno, rompieran la mala racha que traían.

El punto de inflexión llegaría en cuartos de final, con la histórica goleada 7-0 a México, considerado hasta ahí uno de los candidatos, la noche de Santa Clara (California) en la que Vargas marcó un póquer.

Una vez la confianza renovada y el arco rival 'abierto', la Roja se comió cruda a Colombia en las semifinales en Chicago (2-0) y este domingo volvió a amargar a la Argentina del astro Lionel Messi.

Con su segundo título, Chile alcanza la línea de Perú y Paraguay, aunque aún lejos detrás de Uruguay (15), Argentina (14) y Brasil (8).

Este histórico doblete sucede al alcanzado por los brasileños en Perú-2004 y Venezuela-2007, ambos casualmente ante la albiceleste, que acumula cuatro finales perdidas en las últimas cinco ediciones del certamen de selecciones más antiguo del mundo.

Por su parte, y tras este rápido logro con el que acalla voces que lo empezaban a cuestionar, el argentino-hispano Pizzi, conocido por su sencillez y mesura, tendrá más tiempo y tranquilidad para perfeccionar la maquinaria.

Es que los resultados no acompañaron durante el inicio de su proceso, con cuatro derrotas en cinco partidos, demasiado para un país que se había acostumbrado a ganar.

"La idea es no alejarnos demasiado de lo que venía haciendo el equipo. Los jugadores tienen asimilados conceptos muy claros", explicaba una y otra vez Pizzi, confiando en estos hombres que "vienen escribiendo la página más brillante del fútbol chileno".

Con el cetro de la Copa Centenario sobre su cabeza, esta generación dorada chilena insaciable apunta ahora a desafíos y sueño más grandes: la Copa Confederaciones de Rusia-2017 y el Mundial de Rusia-2018.

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