Villar al asalto de Europa tras 27 años al frente del fútbol español

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) durante los últimos 27 años, Ángel María Villar, se lanzó este martes al asalto de Europa al anunciar su candidatura para suceder a Michel Platini al frente de la UEFA.

"El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, ha hecho oficial su candidatura para las próximas elecciones a la presidencia de la UEFA", se limitó a señalar la RFEF en un escueto comunicado.

Villar, actual vicepresidente tanto de UEFA como de FIFA, es una figura tan conocida en su país como controvertida, que fiel a su estilo ha esperado prácticamente hasta el último día del plazo que se cierra el miércoles para anunciar su candidatura.

El jueves pasado, el presidente del fútbol español desde 1988 había evitado durante una asamblea de la RFEF anunciar si se presentaría o no, limitándose a afirmar que "dirigentes europeos me han animado a que presente mi candidatura a la presidencia de la UEFA".

Villar competirá ahora en las elecciones del 14 de septiembre en Atenas con Michael van Praag, presidente de la Federación Holandesa de Fútbol (KNVB), y Aleksander Ceferin, presidente de la Federación Eslovena.

A favor de Villar podría contar su conocimiento de las interioridades del organismo y, según la prensa española, podría haberse decidido a competir sabedor de que cuenta con una mayoría de apoyos en la dirección de la UEFA.

El español se ha hecho cargo de las tareas, principalmente de representación, de Platini, suspendido desde mayo y fue él quien entregó la Copa a Portugal en la pasada Eurocopa.

Pero, en contra podría estar su imagen de dirigente del fútbol relacionado con la 'vieja época', en un momento en el que se intenta una renovación de las cúpulas directivas.

Villar fue multado con 25.000 francos suizos (23.150 euros) por el Comité de Ética de la FIFA, por no haber ayudado todo lo necesario en la investigación sobre la concesión de sedes de los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Catar, respectivamente.

Al mismo tiempo, en España está inmerso en una guerra soterrada con el presidente de la Liga española, Javier Tebas, y tiene un conflicto abierto con el presidente del Consejo Superior de Deportes (secretario de Estado), Miguel Cardenal.

A ello se unen distintas denuncias en los juzgados por un aspirante a la presidente de la RFEF, cuyas elecciones tendrán lugar a finales de este año y a las que, según la prensa española, Villar podría volver a concurrir si falla su apuesta europea.

En contraste con la fama de Platini como uno de los mejores jugadores de su generación, Villar tuvo un menor recorrido como jugador, aunque llegó a defender la camiseta española en 22 ocasiones.

Jugó 350 partidos en diez años de carrera con el Athletic de Bilbao entre 1971 y 1981 con el que ganó la Copa del Generalísimo (antecesora de la del Rey) en 1973.

Pero, es recordado, sobre todo, por la bofetada a la leyenda holandesa Johan Cruyff en 1974 durante un partido de Liga porque, según relataría el propio Villar, "me dio una patada que casi me rompe".

Villar, que ya durante su etapa de jugador se convirtió en uno de los fundadores del sindicato de futbolistas españoles (AFE) en 1978, se desempeñó mejor en los despachos que en los terrenos de juego.

Abandonó la AFE para convertirse en presidente de la Federación Vizcaína de Fútbol, lo que le permitió entrar en la RFEF, de la que se convertiría en presidente en 1988, siendo reelegido hasta en seis ocasiones consecutivas desde entonces.

Sin saber idiomas, incómodo ante los focos, Villar pocas veces comparece ante los medios y a menudo rechaza responder a las más básicas preguntas de los reporteros cuando hay ocasión de abordarlo entre viaje y viaje para atender sus obligaciones como uno de los grandes responsables de la UEFA y de la FIFA.

Pero bajo su largo mandato, la selección española ha vivido el mejor momento de su historia reciente al ganar el Mundial de Sudáfrica 2010 y las Eurocopas de 2008 y 2012.

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