Zidane y el clásico, una vuelta a un terreno minado

Zinedine Zidane vuelve a territorio enemigo para el clásico liguero: el nuevo estratega del Real Madrid se enfrenta el sábado (18h30 GMT) al FC Barcelona, un adversario que conoce bien, en el Camp Nou, un campo donde el excampeón brilló a menudo.

El vídeo, de hace 20 años, volvió a los medios españoles cuando Zidane fue nombrado entrenador del Real Madrid a principios de enero: se ve a "Zizou" declararse aficionado del Barça cuando firmó por la Juventus de Turín en 1996.

"Cuando era pequeño, era la Juventus, y en España era el Barcelona", explicaba entonces el francés.

Su destino pudo quedar trazado ese año cuando el mítico Johan Cruyff, fallecido el pasado jueves, era entrenador del Barcelona. El técnico holandés aseguró entonces que había llegado a un acuerdo verbal con Zidane a principios del año 1996, pero su salida del banquillo catalán en la primavera siguiente dio al traste con la operación.

Lo que sigue es historia: Zidane explotó en la Juve, ganó el Mundial de 1998 con los 'Bleus' y fichó por el Real Madrid (2001-2006), donde se convirtió en un ídolo.

En el Madrid, el francés sigue siendo el hombre que conquistó la novena Liga de Campeones de la historia del club, con una volea de antología en la final de Glasgow en mayo de 2002.

Pero, el mes anterior, también fue el que abrió el marcador en la ida de la semifinal de la 'Champions' en un clásico memorable contra el Barcelona en el Camp Nou, despejando el camino hacia la victoria final (victoria 2-0, 1-1 en la vuelta).

Este gol, marcado con una sutil vaselina, dio el tono de lo que serían los enfrentamientos siguientes en los que Zidane fue, a menudo, determinante. En total, 'ZZ' marcó tres goles en once clásicos, que se tradujeron en cuatro victorias, cuatro empates y tres derrotas. En el Camp Nou, su estadística es casi impecable: dos victorias, dos empates y solo una derrota.

"Siempre marcó la diferencia en los partidos", dijo a la AFP el exdefensa Francisco Pavón, compañero del francés en el vestuario de los 'galácticos'.

"En esta época teníamos a Luis Figo, Roberto Carlos, Raúl... nuestra plantilla tenía 4 o 5 jugadores que eran supuestamente los mejores del mundo y Zidane era el que más destacaba entre todos. Tuvimos la suerte de tenerle en nuestro bando y tal vez esto decidiese mucho el partido", subrayó Pavón.

Hombre de temperamento, Zidane volverá cruzarse el sábado con otro fuerte carácter: Luis Enrique Martínez, actual entrenador del Barcelona.

En abril de 2003, 'Zizou' tuvo una violenta enganchada con 'Lucho' en el terreno de juego (1-1), arañando la cara del capitán azulgrana y provocando un inicio de tangana.

"No tengo ningún mal recuerdo. Cada uno defiende sus intereses y su club", desdramatizó Luis Enrique a principios de enero.

En resumen, a pesar de su aura de antiguo Balón de Oro, Zidane seguramente se encontrará con un recibimiento caliente en el Camp Nou el sábado.

"Va a ser recibido de manera hostil", pronosticó Pavón, ya que "ya no es Zidane, es el entrenador del Real Madrid, con todo lo que ello representa".

Por un azar del destino, Zidane pisará de nuevo el estadio barcelonista diez años después de su último clásico como jugador, el 1 de abril de 2006 en Barcelona (1-1).

No obstante, ya había estado antes en el Camp Nou como segundo entrenador del Real Madrid en 2013 (derrota 2-1), pero el francés parece tener ganas de afrontar este "partido particular".

"Estamos listos", dijo hace unos días, consciente de la necesidad de borrar la afrenta sufrida por el Real Madrid en la ida (4-0).

Consciente también de que este partido contra el vigente campeón de Europa, imbatido desde hace 39 partidos oficiales, representa su auténtico bautismo de fuego en el banquillo merengue.

"En los clásicos que ha jugado Zidane, ha salido claramente reforzado como jugador. Ahora vamos a ver qué pasa como entrenador", concluyó Pavón.

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