Vitoria.- El Caja Laboral afronta el cuarto partido de la serie ante Maccabi de Tel Aviv con el único objetivo de lograr la victoria en el Nokia Arena y forzar el quinto partido en Vitoria.
La tarea no parece sencilla para un equipo que llega con las fuerzas muy justas después de haber sido derrotado hace 24 horas, 81-60, y que a las primeras de cambio y cuando no le salen las cosas se desconecta del partido.
Así sucedió en el duelo del martes cuando los vitorianos sólo dieron la cara en el primer cuarto y desaparecieron de la caldera macabea en los dos siguientes para encajar un 45-22, que convirtió en quimera pensar en la victoria y los únicos intentos fueron los de adecentar y dejar un marcador honroso.
Dusko Ivanovic sólo tiene a ocho jugadores a su disposición para hacer frente a la gesta y cada vez están mas exhaustos y desgastados. Algunos de ellos como Oleson o Logan no ofrecen sus mejores prestaciones y así se complica más la empresa de pelear por dar la cara.
Además, a los vitorianos les abandonó el tino exterior de los dos primeros duelos y el martes tuvieron un pírrico acierto de cinco canastas en 22 intentos lo que hace imposible pensar en un triunfo si además la defensa no tiene intensidad y se pierden quince balones.
El equipo israelí, cada vez más entonado y con un Jeremy Pargo en estado de gracia, espera certificar y sellar su billete para la Final Four de Barcelona a pesar de contar con la baja de Doron Perkins, que se rompió los ligamentos de la rodilla el martes y será baja para toda la temporada.
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