Que a Pellegrini no le gusta la Copa ya lo sabían en Villarreal y ahora lo saben en el Santiago Bernabéu. O eso parece a tenor de lo visto en la trayectoria del entrenador chileno en la competición de la Copa del Rey. En el “submarino amarillo” ya se llevó un par de disgustos. En su primera temporada en España, cuando firmó por el Villarreal, cayó en los treintaidosavos de final ante el Girona, cuando las eliminatorias se celebraban a partido único.
Las siguientes temporadas el “ingeniero” se pudo resarcir de esas malas experiencias alcanzando los octavos de final en dos ocasiones, y los cuartos en otra. Pero llegó la campaña 2008/2009, la pasada. Un, sobre el papel, inferior Polideportivo Ejido, en dieciseisavos de final, le endosó una manita en la visita que los castellonenses realizaron a Almería. Un 5-0 en la ida, que no pudo ser borrado en la vuelta, con un mísero empate a uno.
En Villarreal siguieron confiando en el chileno, pero esto es el Real Madrid, y sí ya había dudas con los últimos encuentros de los blancos, la penosa imagen del equipo en Alcorcón podría tener consecuencias graves para el “ingeniero”.
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