A una semana de la gloria, Cobo disfruta vestido con la Roja

  • A falta de seis etapas para concluir la 66ª Vuelta a España, el nuevo líder de la carrera, el español Juanjo Cobo, del Geox-TMC, sabe que puede alcanzar la gloria pero que no la conseguirá sin sufrir.

José Luis Sorolla

Arcahueja (León), 5 sep.- A falta de seis etapas para concluir la 66ª Vuelta a España, el nuevo líder de la carrera, el español Juanjo Cobo, del Geox-TMC, sabe que puede alcanzar la gloria pero que no la conseguirá sin sufrir.

En su primer día de posesión interina de la Roja, al ciclista cántabro se le ve relajado y dispuesto a disfrutar de un liderato al que ha accedido por méritos propios después de haber sido el más fuerte en las dos etapas más complicadas de la Vuelta, La Farrapona-Lagos de Somiedo y el temido Angliru.

En tierras asturianas, 'el bisonte de la Pesa' reverdeció los viejos laureles que le permitieron conquistar el triunfo en la siempre difícil Vuelta al País Vasco en su cuarto año en la elite, en 2007, y que desde 2009, en su primera victoria de etapa en la Vuelta en La Granja de San Ildefonso, se habían puesto bastante mustios.

Ahora su principal ilusión y su sueño es "llegar de líder" a Cantabria porque con la mínima ventaja que tiene sobre los británicos Christopher Froome y Bradley Wiggins, 20 y 46 segundos respectivamente, Madrid todavía se ve demasiado lejos. "En cualquier momento puede haber una emboscada", dice su director, Joxean Fernández Matxin, que le ha visto crecer desde antes de irrumpir en la elite ciclista. "Es un cachorro al que he visto crecer", afirma, consciente de que la Vuelta no está "ni mucho menos ganada".

Dos años sin ganar eran demasiado tiempo para un ciclista de cuya calidad Matxin no alberga ninguna duda. Ahora le ve muy próximo al nivel que alcanzó cuando "ganó la Vuelta al País Vasco o luchó mano a mano con Andy Slechk en la etapa del Tour de Francia en Hautacam".

En Benidorm su nombre apareció como acompañante de los líderes de la formación que dirige Matxin, Denis Menchov y Carlos Sastre, los dos únicos corredores presentes en el pelotón de la Vuelta 2011 junto al italiano Vincenzo Nibali (Liquigas-Cannondale) que ya habían triunfado en una gran vuelta.

Además de esas dos bazas publicitadas en la rueda de prensa del equipo, Matxin reconoce que en "la recámara" tenían dos balas más, la del colombiano Fabio Duarte y la de Juanjo Cobo, que es "la que ha salido bien".

En el conjunto con patrocinador italiano, la fe en el potencial que encierra el ciclista nacido en Torrelavega y afincado en Cabezón de la Sal es enorme. "Hay que tener fe en un ciclista que tiene mucha calidad y motor", dicen.

Todos están dispuestos a cerrar filas en su favor. Su compañero David de la Fuente no se arrepiente "para nada" de haber tenido que renunciar camino de los Lagos de Somiedo a luchar con el estonio Rein Taaramae (Cofidis) por un triunfo parcial de etapa por el que muchos sueñan y al que hasta el momento en su carrera deportiva no ha podido alcanzar.

"Hice lo que tenía que hacer y si mi ayuda sirvió a Cobo para tener seis segundos más de ventaja y la bonificación, bienvenida sea", dice. Asegura con firmeza que su paisano es "antes amigo que compañero de equipo".

Además, ni su director ni sus compañeros creen que los problemas que le llevaron a plantearse dejar el ciclismo el pasado mes de mayo porque "no merecía la pena pasarlo tan mal" le afecten en este momento.

"Ahora no le van a afectar, aunque va a tener que pasar por momentos tensos", dice Matxin. En su opinión, de salir victorioso de la pelea por la victoria en la Vuelta puede "salir más reforzado que nunca".

Hasta Madrid quedan seis etapas por disputar. De sus rivales, ninguno de ellos está dispuesto a arrojar la toalla. Terreno para intentarlo no les va a faltar.

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