Moscú, 27 may.- El ruso Ígor Akinféev, portero del CSKA Moscú, ha sido elegido por los entrenadores mejor jugador de la liga rusa 2012-13, que concluyó el domingo con el equipo del Ejército ruso como nuevo campeón.
Akinféev, titular indiscutible en la selección rusa desde 2005, recibió el voto de tres de los 16 técnicos de la división de honor, entre los que figura su propio entrenador, Leonid Slutski.
El guardameta internacional, de 27 años, que ha sufrido dos graves lesiones en la rodilla a lo largo de su carrera, ha sido uno de los baluartes del CSKA, que no ganaba el campeonato desde 2006.
El brasileño Vágner Love, el nigeriano Ahmed Musa y el ruso Ignashévich, delanteros y central del campeón de liga, también recibieron dos votos, al igual que el centrocampista del Zenit, Shirókov, y el delantero camerunés del Anzhí, Samuel Eto'o.
El CSKA Moscú podría lograr el doblete si derrota al Anzhí Majachkalá en la final de la Copa de Rusia que se disputa el sábado en Grozni, capital chechena.
El equipo moscovita disputará la Liga de Campeones, mientras el segundo clasificado, el Zenit San Petersburgo, tendrá que disputar la fase previa de la máxima competición continental.
El Zenit, que se gastó 100 millones de euros en dos jugadores, el brasileño "Hulk" y el belga Witsel, logró remontar posiciones en los últimos dos meses tras un bache provocado por la rebeldía del ruso Denísov, que se negó a jugar tras el fichaje de esos futbolistas.
El Anzhí, dirigido por el holandés Guus Hiddink, confirmó que es un proyecto deportivo sólido, aunque llegó al receso invernal a un paso del líder y desde entonces perdió el tren del título e incluso fue superado por el Zenit, por lo que disputará la Liga Europa.
El Spartak Moscú de Valeri Karpin logró escalar posiciones tras la destitución del español Unái Emery y quedó finalmente en cuarto lugar, por delante del Kubán, el equipo revelación del campeonato.
El Rubín Kazán, campeón de liga en 2008 y 2009, es el último equipo que jugará las competiciones europeas, objetivo que quedó lejos de alcance del Dinamo Moscú, que jugó el mejor fútbol de la liga en la segunda vuelta.
La gran decepción de la liga ha sido el Lokomotiv, cuyo entrenador, el croata Slaven Bilic, no ha podido romper el maleficio que rodea al equipo desde que se alzara con el título de liga en 2004.
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