Al Barça no le paran las lesiones, ni las sanciones, ni Laudrup, ni...

  • Confiaba el Real Madrid en recortar distancias esta jornada: los blancos visitaban Riazor tras romper el gafe la pasada temporada y el líder acudía a Mallorca ante un equipo que le empató en la primera vuelta. Dos horas después, los azulgranas habían ampliado su ventaja al frente de  la tabla hasta los siete puntos. ¿Será definitiva?
Guardiola, en el banquillo, durante el Mallorca - Barcelona
Guardiola, en el banquillo, durante el Mallorca - Barcelona
Óscar Rodríguez

Había miedo en la visita del Barcelona a Mallorca y había razones fundadas para tenerlo: porque faltaban 4 de los 11 titulares, porque se medían a un técnico al que nunca habían ganado, porque se decía que en febrero bajan su nivel y porque el Mallorca ya se llevó un punto del Camp Nou en la primera vuelta. ¿Resultado? Paseo militar en la isla: 0-3 y tres puntos al zurrón.

Sin miedo y sin reservas. El Barça se plantó en el Iberostar Estadi con la única idea de llevarse los tres puntos. Guardiola cambió las piezas por obligación, pero no su estilo de juego: la apisonadora azulgrana es siempre la misma, aunque no estén siempre los mejores.

Valdés dejó su sitio a Pinto, tan acertado como en las últimas ocasiones. Adriano ocupó el lateral de Dani Alves, Keita hizo de Xavi y Abidal ocupó el central de Puyol dejando su banda a Maxwell. Los mismos perros pero con distintos collares.

Tuvo alguna ocasión el Mallorca, que parecía dispuesto a dar la razón a los que aseguraban que el equipo de Guardiola tiene altibajos en febrero, pero le duró lo que tardó Messi en hacerse con las riendas del equipo. El Barça se hizo dominador tras el ecuador de la primera mitad y ya no lo dejó. Los goles fueron certificando el poder de un equipo llamado a ganar la Liga antes o después.

Los siete puntos de ventaja son la diferencia entre los dos grandes de la Liga hoy por hoy.

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