Almagro se deshace con firmeza de Isner y se mete en la tercera ronda de Wimbledon

El jugador murciano hizo un partido muy serio ante el 'bombardero' americano, peligroso en hierba por su poderoso saque, pero al que controló a la perfección, mostrando una gran tranquilidad en las 'muertes súbitas', y acertando a romper en el momento clave.

Además, Isner jugaba en su 'santuario' de la pista 18, aquella en la que hace un año vivió un maratón interminable con el francés Nicolas Mahut, que pasó los anales de la historia. En esta ocasión, no tuvo que estar ni tres horas para caer ante el tenista de la 'Armada' que ahora se medirá con el ruso Mikhail Youzhny por alcanzar por primera vez en el All England Tennis los octavos de final.

Tampoco se descentró 'Nico' por la continua aparición de la lluvia, que provocó constantes parones en el partido. A todo ello se enfrentó Almagro, y a todo fue capaz de superar en un encuentro con sólo un 'break', a su favor, y sólo cuatro bolas de rotura, todas disponibles para el murciano.

El tenista español se mostró muy firme con su servicio, logrando 23 'aces' y cediendo únicamente nueve puntos con su primer saque, aunque Isner (28 'aces') tampoco le anduvo a la zaga y apenas dio concesiones, las necesarias para que 'Nico' superase el partido.

Así, tres 'muertes súbitas' decidieron el devenir de las tres primera mangas, y en las dos primeras, el murciano no dio opciones, y sólo un buen resto del americano en la tercera, le permitió forzar el cuarto parcial.

En este, Almagro acertó a hacer algo que parecía casi imposible, lograr un 'break'. Lo logró y tomó una ventaja que no desperdició pese al inquietante 0-30 que tuvo en contra en el noveno juego, que levantó con cuatro grandes servicios para finiquitar el encuentro.

Por otro lado, su compatriota David Ferrer, séptimo cabeza de serie, no pudo acabar su partido con el también estadounidense Ryan Harrison, que se imponía por dos sets a uno (6-7, 6-1, 4-6), aunque el de Jávea mandaba con cierta claridad en el cuarto y se vislumbraba la quinta manga cuando el juez decidió suspender el choque ante la falta de luz.

El alicantino empezó bien y con una rotura puso rumbo hacia el primer parcial, pero su rival, agresivo y amparado con un buen servicio, logró igualar. El 'tie-break' tuvo que decidir y Harrison salvó una bola de set y luego no perdonó para coger la delantera.

Ferrer, algo más nervioso, recuperó su mejor versión para arrollar al americano por 6-1 y empatar el encuentro, pero volvió a ser desarbolado en el tercero, tras perder su saque en el quinto juego. De todos modos, reaccionó y antes de la suspensión mandaba por 4-2 y saque.