El Mónaco protagonizó la gran sorpresa de los octavos de final de la Champions League al imponerse al Arsenal. El conjunto monegasco, que hizo una gran inversión el pasado verano para volver a estar entre los mejores de Europa, se ha ganado a pulso su clasificación para un ronda donde es el rival preferido por todos sus rivales.
Su centro del campo compuesto por Toulalan, Kondogbia y Moutinho intimida pero no lo suficiente como para poder crear peligro a los grandes del fútbol europeo. Su técnico, el portugués Leonardo Jardim, ha obrado el milagro dentro de un equipo que lo confiará todo al contragolpe para intentar dar otra sopresa.
Lo mejor: Berbatov y su centro del campo. Veteranía para intentar competir en unas rondas finales que no perdonan desmanes.
Lo peor: Su inexperiencia y precariedad defensiva. Muchos de sus jugadores nunca han jugado un partido de tal altura.
La estrella: Kondogbia. El ex jugador del Sevilla se ha convertido en un jugador trascendental para Jardim. Corta, distribuye y llega al área. Un centrocampista que será importante en el futuro del fútbol francés y mundial.
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