Anderson gana la semifinal de Wimbledon más larga de la historia

  • El sudafricano venció a Isner en un partido que superó las seis horas y media de juego (7-6, 6-7, 6-7, 6-4 y 26-24). 
Anderson
Anderson
EFE

Este viernes 13 de julio de 2018 la pista central del All England Tennis Club vivió la semifinal de Wimbledon más larga de toda su historia. Y es que el sudafricano Kevin Anderson se clasificó para la final del Grand Slam londinense tras ganar al estadounidense John Isner en un maratoniano partido que se decidió por un marcador de 7-6, 6-7, 6-7, 6-4 y 26-24. Disputará su segunda final de un grande, la primera en hierba. El de Johannesburgo se enfrentará el domingo en la final del All England Club al ganador del duelo entre el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic

Fue el segundo partido más largo en la historia de Wimbledon, y la semifinal más larga de la historia del Grand Slam, y en ella, Anderson, de 32 años y 58 días, octavo del mundo, finalista del Abierto de EE.UU. el año pasado y verdugo del suizo Roger Federer en cuartos esta semana, fue el más fuerte.

El partido se intuía largo desde el principio porque el duelo lo protagonizaban dos 'cañoneros' que en la hierba de Wimbledon viven de sus potentes saques. Chispeando, con el cielo negro barruntando tormenta, y con ambos jugadores agotados, devorando plátanos y chocolatinas para mantenerse, ingiriendo líquidos sin cesar, disparando sus tiros como podían acabó un partido histórico, que el público de la central presenció sin moverse, atenazados por el dramatismo.

El jugador de Johannesburgo se ha convertido así en el primer surafricano en alcanzar la final de Wimbledon desde Brian Norton en 1921. Kevin Curren, nacido en Durban, disputó la de 1985 contra el alemán Boris Becker, pero dos años antes había cambiado a estadounidense.

El primer set se lo llevó Anderson en el tie-break pero Isner remontó el partido al anotarse las dos siguientes mangas en la muerte súbita. El sudafricano volvió a igualar el choque en el cuarto set (6-4) y todo estaba por decidir en el último y definitivo set, que en Wimbledon no se resuelve en el tie-break. 

Isner es reconocido como aquel jugador que junto con el francés Nicolas Mahut protagonizaron en Wimbledon 2010 el partido más largo de la historia (1ª ronda 6-4, 3-6, 6-7 (7), 7-6 (3) y 70-68) en número de juegos, 183, y tiempo: 11 horas y 5 minutos.

Ante este 'hombre maratón', Anderson ganó los dos últimos sets, los únicos en los que no hubo desempate, con una rotura final en el juego 49, cuando el de Greensboro daba señales de calambres en sus piernas y cabizbajo sabía que se le escapaba la oportunidad de disputar su primera final de un Grand Slam.

En ese juego, Anderson cayó al suelo y fue capaz de levantarse, devolver la bola y luego ganar el punto. Y el público de la central rugió entusiasmado.

Isner acabó con 53 saques directos, (214 en el total del torneo), batiendo el récord del croata Goran Ivanisevic, de 212, instaurado en 2001 cuando ganó el título convirtiéndose en el primer y único campeón que lo lograba como invitado especial, pero no le valió para tumbar a Anderson. 

En 2010 Isner ya disputó el partido más largo de la historia de Wimbledon ante Nicolas Mahut. El estadounidense ganó ese partido de primera ronda en Londres en 11 horas y cinco minutos (6-4, 3-6, 6-7, 7-6 y 70-68). La semifinal más larga de la historia del Grand Slam era hasta hoy la del sueco Stefan Edberg y el estadounidense Michael Chang del Abierto de EE.UU. en 1992, de cinco horas y 26 minutos.

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