Andreea Raducan: El Estado no es un pozo sin fondo para financiar el deporte

  • La campeona olímpica y antigua estrella de la gimnasia rumana, Andreea Raducan, considera que el Estado no tiene fondos suficientes para financiar el deporte y que, ante la actual crisis, es preciso que la empresa privada patrocine a los deportistas.

Raúl Sánchez Costa

Bucarest, 25 abr.- La campeona olímpica y antigua estrella de la gimnasia rumana, Andreea Raducan, considera que el Estado no tiene fondos suficientes para financiar el deporte y que, ante la actual crisis, es preciso que la empresa privada patrocine a los deportistas.

"El Estado no es un pozo sin fondo de dinero; necesitamos que las empresas se impliquen y patrocinen a los deportistas, sobre todo cuando se trata de un deporte que fascina y que incluso puede atraer dinero", opina Raducan, de 29 años, en una entrevista con Efe.

La crisis económica que atraviesa el país ha afectado también a las ayudas al deporte y ha provocado que muchos profesionales, algunos de ellos triunfadores en los Juegos Olímpicos de 2012, hayan decidido retirarse prematuramente y pedir al Estado una pensión.

"Hacemos un gran sacrificio, hemos perdido entrenadores que no hemos podido mantener por falta de dinero", explica quien fue medalla de oro por equipos en Sydney 2000.

Ayer mismo, los actuales entrenadores del equipo femenino de gimnasia, Octavian Bellu y Mariana Bitang, denunciaron que llevan sin cobrar desde la cita olímpica de agosto de 2012 en Londres.

Pese a este panorama, Raducan insiste en que la apuesta por los jóvenes y el esfuerzo son las claves para el éxito del deporte en su país.

"Se habla de crisis, de falta de recursos y de apoyo, pero cuando empecé a practicar este deporte a los cuatros años en un pueblo diminuto de la Rumanía profunda, padecíamos la ausencia de financiación y, al final, conseguí llegar hasta la cima gracias a mi pasión por la gimnasia", añade.

La estrella rumana, cinco veces campeona del mundo, desmiente que su compañera Sandra Izbasa, oro en salto en Londres, se haya retirado y asegura que simplemente ha decidido descansar para planificar el Mundial de este otoño.

"Hay que adaptarse a la situación que se atraviesa", explica Raducan, quien subraya que se necesita "una mayor promoción y sustento a los jóvenes".

Rumanía sigue siendo una potencia mundial en gimnasia pese a que, por ejemplo, sólo cuenta con 20 clubes de entrenamiento, frente a los 2.500 de Estados Unidos.

"El orgullo de continuar entre los mejores del mundo nos hace seguir en el top, siempre con mucho trabajo, ambición y deseo de ser campeonas", confiesa la ganadora de la plata en Sydney en la categoría de potro.

"Se trata de un deporte amado en Rumanía porque hemos alcanzado cotas extraordinarias", prosigue.

Raducan explica que se trata de una disciplina enormemente sacrificada que provoca que muchas gimnastas terminen por desistir.

"Tenía solo cinco días de vacaciones al año, con entrenamientos de lunes a domingo. Pasarse dos días sin entrenamiento significa una difícil recuperación de la movilidad, orientación o el ritmo de trabajo", relata la campeona

Raducan fue despojada de su medalla de oro de la competición general individual en Sydney, cuando tenía tan sólo 16 años, por dar positivo por pseudoefedrina.

Su caso estuvo rodeado de mucha controversia por su presunta falta de intencionalidad, ya que se debió a un medicamento que el médico le había recetado para curarse de un resfriado.

"No se ha inventado una pastilla inteligente que permita a los gimnastas mejorar sus ejercicios", advierte la exgimnasta.

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