Una historia diferente sobre Ángel Nieto: su Derbi y el taller de motos de Vallecas

  • Ángel Nieto empezó a montar en moto en Vallecas, en el taller de Tomás 'el mono', por donde le gustaba circular con su Derbi. También fue albañil.

    Tenía una estrecha relación con Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset. Tuvo un museo que actualmente está cerrado.

El campeón español de motociclismo más laureado (12+1 títulos mundiales) ya es historia. Ángel Nieto (1947-2017) falleció este 3 de agosto en Ibiza dejando atrás una vida unida a las dos ruedas. En los últimos años de su vida trabajó en Mediaset comentando los grandes premios por todo el mundo y dando claves sobre el pilotaje de Valentino Rossi, Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa o Marc Márquez. Esa labor le unió de una manera muy estrecha a Paolo Vasile, consejero delegado del grupo televisivo, con quien solía abrazarse de manera efusiva cada vez que se encontraban. Sin embargo, pocos conocen cómo fueron los inicios de Nieto en un conocido barrio madrileño.

Los padres de 'Angelito' decidieron desplazarse desde Zamora a Vallecas a finales de los años cincuenta. El futuro campeón tenía apenas diez años y, tras pasar por un pequeño colegio de la modesta barriada donde no destacó precisamente, probó suerte con la albañilería. Ayudaba a su tío, el que sabía del oficio, y llegó a trabajar en la construcción de unos pisos situados en la calle Pedro Laborde. Nieto formó parte de una cuadrilla que levantó un inmueble donde casi todo eran chabolas y campo.

Pero lo que le gustaba a 'Angelito' eran las motos. Por eso se acercó un día por la calle Carlos Martín Álvarez, más cerca del Puente de Vallecas, y habló con el propietario de un pequeño taller. Su nombre: Tomás, más conocido como 'el mono' por la vestimenta de mecánico que lucía. Le pidió trabajo y se lo dio. Él fue su descubridor más tarde. Al jefe de Nieto le gustaban las carreras de motos y de vez en cuando dejaba a su aprendiz manejar alguna de ellas. Es allí donde, enseguida, se dio cuenta de sus habilidades.

Su primera moto fue una Derbi. Siempre lo recordaba. De hecho la historia profesional de Ángel Nieto siempre ha estado unida a esta marca. Se la compró con el poco dinero que ganaba en el taller y más tarde la firma lo fichó para triunfar. Él era el más rápido de la pandilla y, en los circuitos, empezó a ganar carreras rápidamente en aficionado. Con apenas veinte años se llevó sus primeros Grandes Premios y en 1986 ya tenía seis Campeonatos del Mundo en la categoría de 50 centímetros cúbicos y siete en 125. Nadie ha conseguido acercarse.

Vallecas era para Ángel su casa. Si hablabas con él sobre el barrio se llegaba a emocionar recordando nombres de vecinos, comercios, calles, imágenes. Allí sus padres regentaban una pollería y en el barrio encontró el amor. Más tarde se casó y se fue a vivir al lado de Plaza de España y, más tarde, a las afueras de la capital. Tanto quería a donde creció que hace unos años impulsó una ITV con su nombre.

Se ha ido Ángel Nieto sin recibir dos reconocimientos. El primero, el que más echan de menos en su entorno, el Premio Príncipe de Asturias. Y el segundo, el más injusto, que el Ayuntamiento de Madrid cerrara su museo, muy cerca del Planetario, donde se exhibían sus monos, cascos y trofeos. Le dijeron que tenían que derribar la nave donde se ubicaba. Han pasado más de tres años y el inmueble no se ha tocado. Descanse en paz, vallecano.

F.H.V.
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