Argelia se rinde a su nueva estrella Riyad Mahrez

  • En las tiendas de deportes de Argelia los clientes se pelean por las camisetas de Riyad Mahrez, el extremo izquierdo del Leicester, líder de la Premier, y que se postula para ser designado mejor jugador de la temporada, lo que le ha elevado a la categoría de divinidad en su país de origen.

"Hemos recibido un nuevo pedido hace cuatro días, pero todavía nos hacen falta más", se impacienta un vendedor, pese a que el precio de las camisetas de Ryad ronda los 7.000 dinares (60 euros), o lo que es lo mismo, el 40% del salario mínimo.

Sin embargo también se pueden adquirir las prendas falsificadas de forma clandestina, lo que disminuye drásticamente su valor en el mercado.

"Al hamdou lilah (Dios sea alabado)", se felicita "Papillon", un joven vendedor: "Todo esto es una locura", asegura en relación a las pasiones que suscita el joven futbolista procedente de los alrededores de París que fue rechazado por el París SG y por el Olympique de Marsella.

En un país en el que el fútbol está casi a la altura de la religión, el atrevido jugador de 24 años es considerado una divinidad, y el hecho de criticarlo es un sacrilegio. Por haberse atrevido a hacerlo, el antiguo ídolo local Rabah Madjer se convirtió en el 'hazmereír' de las redes sociales.

Annis, estudiante de 23 años, habla de un "resentimiento de las generaciones mayores hacia los que tienen la doble nacionalidad" franco-argelina.

"Realiza regates increíbles, tiene un excelente pase y visión de juego", le define Annis, que no se pierde ninguno de sus partidos y es capaz de enumerar todos y cada uno de sus goles.

Pero tampoco en su propio país el camino ha sido fácil para Mahrez, que apenas gozó en el Mundial de Brasil de la confianza del seleccionador bosnio Vahid Halilhodzic.

Sólo fue titular en el primer partido ante Bélgica, pero no rindió como se esperaba de él y no volvió a jugar en ese torneo, en el que los 'Zorros del desierto' llegaron hasta octavos de final por primera vez en su historia, donde cayeron ante Alemania.

Pero el tiempo le ha dado la oportunidad de desquitarse: con 14 tantos y 10 pases de gol en Inglaterra, es un fijo para el nuevo seleccionador, el francés Christian Gourcuff.

Balón de Oro de Argelia en 2015, Mahrez ha anotado 4 goles en sus 21 partidos internacionales, y ya supera a Yacine Brahimi o a Sofiane Feghouli, héroes en Brasil, en el corazón de los aficionados.

"Antes de Mahrez, el Leicester era un desconocido en Argelia, donde el Liverpool era el club más popular", observa Samir Lamari, jefe de deportes del periódico Liberté. "Hoy es el club más popular del país, seguido por más de cinco millones de personas, y la Premier League es más seguida que la primera división local", añade.

"Un partido del Leicester es una cita que permite a los argelinos reunirse", incluso si el partido tiene lugar los domingos, que es día laborable en Argelia.

Los argelinos aprecian también la humildad del joven y talentoso prodigio, quien no desaprovecha la ocasión de volver a Beni Snous, su región de origen.

"Amo a mi país, amo a la gente de mi país, siempre digo que procedo de aquí", afirmó durante una visita en junio.

En Argelia está enterrado su padre desde 2006. Una muerte que marcó la vida y la carrera de Mahrez. "La muerte de mi padre quizá haya sido el punto de partida. No sé si comencé entonces a ser serio, pero con su muerte las cosas empezaron a cambiar", explicó en una entrevista en el periódico The Guardian a principios de temporada.

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