Argentina ante el gran desafío de superar la barrera de los cuartos de final

  • Después de la angustiante clasificación ante Suiza, la selección argentina afrontará el desafío de superar los cuartos de final ante Bélgica, una barrera que no cruza desde hace 24 años.

Fernando Czyz

Sao Paulo (Brasil), 1 jul.- Después de la angustiante clasificación ante Suiza, la selección argentina afrontará el desafío de superar los cuartos de final ante Bélgica, una barrera que no cruza desde hace 24 años.

Con deuda en su juego pero con cuatro triunfos que avalan su ilusión, el conjunto albiceleste tendrá el próximo sábado en el estadio Mané Garrincha de Brasilia la posibilidad de ingresar en la elite de los cuatro mejores del mundo.

La última vez que la Argentina alcanzó una semifinal fue en la cita de Italia en 1990, cuando logró su segundo subcampeonato del mundo tras caer 0-1 en la final ante Alemania.

Desde entonces, en la previa de cada Mundial se habla de jugar los tan mentados siete partidos y llegar a la última jornada sin tener que regresar antes de que acabe la gran fiesta del fútbol.

La historia marca que en la cita de Estados Unidos, en 1994, tras superar con holgura sus dos primeras presentaciones ante Grecia (4-0) y Nigeria (2-1), el dopaje de Diego Maradona derrumbó a un grupo, conducido por Alfio Basile, que estaba listo para hacer historia.

La derrota ante Bulgaria (0-2) en la última jornada del grupo y la dolorosa eliminación ante Rumania (2-3), en el estadio Rose Bowl de Los Ángeles, dejó una herida abierta llena de frustración.

En la cita siguiente de Francia, en 1998, la selección albiceleste completó una primera fase perfecta con nueve puntos tras los triunfos ante Japón (1-0), Jamaica (5-0) y Croacia (1-0).

Después de superar a Inglaterra (4-3) en los octavos de final en la tanda de penaltis luego de igualar a dos, no pudo ante Holanda en los cuartos de final.

La caída (1-2) en el estadio Vélodrome de Marsella marcó el final de la era de Daniel Passarella como técnico del representativo nacional.

A la próxima Copa del Mundo de Corea-Japón, en 2002, el conjunto argentino dirigido por Marcelo Bielsa llegó como amplio favorito tras una gran actuación tanto en las eliminatorias sudamericanas como en los amistosos previos.

Sin embargo tras vencer a Nigeria (1-0), caer ante Inglaterra (0-1) y empatar con Suecia (1-1), Argentina se despidió sin lograr clasificarse para la segunda fase.

En 2006 con un recambio generacional, liderado por José Pekerman, y los primeros destellos albicelestes de Lionel Messi, Argentina pasó con comodidad la fase de grupos tras doblegar a Costa de Marfil (2-1), golear a Serbia y Montenegro (6-0) y empatar con Holanda (0-0).

La angustia del triunfo en prórroga ante México (2-1) en los octavos de final de poco valió porque ante el anfitrión Alemania en el estadio Olímpico de Berlín finalizó el sueño.

Con un empate (1-1) en los 120 minutos de juego, el portero germano Jens Lehmann se convirtió en el héroe en la definición desde los doce pasos.

En Sudáfrica 2010, el equipo de Diego Maradona como entrenador y Lionel Messi ya como conductor obtuvo una puntuación ideal en la fase de grupos tras los éxitos ante Nigeria (1-0), Corea del Sur (4-1) y Grecia (2-0).

La historia se repitió con victoria ante México (3-1) en los octavos de final y dura derrota y eliminación ante Alemania (0-4) en los cuartos de final, en el estadio Green Point de Ciudad del Cabo.

La presente cita ecuménica del fútbol en Brasil vuelve a darle la oportunidad a la selección albiceleste de ingresar por quinta vez en su historia en las semifinales de una Copa del Mundo.

El rival para conseguir este anhelado objetivo será Bélgica, un equipo al que Argentina no se enfrenta desde aquella recordada semifinal del Mundial de México, en 1986.

En aquella oportunidad, con dos goles de Diego Maradona en el estadio Azteca del Distrito Federal, el equipo sudamericano allanó el camino a su segundo título de Copa del Mundo.

El otro antecedente mundialista tiene gusto amargo para el equipo argentino porque data del estreno en el Mundial de España en 1982, cuando el entonces defensor del título cayó 0-1 en el estadio Nou Camp de Barcelona con el tanto convertido por Erwin Vandenbergh.

Los restantes dos antecedentes marcan triunfos albicelestes, el 5 de septiembre de 1984, en un amistoso disputado en Bruselas con tantos de Marcelo Trobbiani y Oscar Ruggeri, y el 2 de junio de 1928 en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Amsterdam con goleada por 6-3.

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