Argentina quiere dar un paso de gigante contra Francia

  • La selección argentina de baloncesto buscará mañana, a las 20:00 hora local (19:00 GMT), refrendar las magníficas sensaciones ofrecidas en su debut olímpico contra Lituania y sumar una segunda victoria que deje encaminada su clasificación para la siguiente fase.

Londres, 28 jul.- La selección argentina de baloncesto buscará mañana, a las 20:00 hora local (19:00 GMT), refrendar las magníficas sensaciones ofrecidas en su debut olímpico contra Lituania y sumar una segunda victoria que deje encaminada su clasificación para la siguiente fase.

La albiceleste fue un torrente en su estreno en Londres y, con seis triples de Carlos Delfino y la sublime actuación de Luis Scola y Manu Ginóbili, derrotó sin paliativos (102-79) a una Lituania que se fue deshinchando con el paso de los minutos.

Luis Scola fue el máximo anotador del partido con 32 puntos. Manu Ginóbili aportó 21 y Delfino otros 20, dejando claro que el paso del tiempo y la experiencia que poseen no son más que ventajas para ellos y que han despejado cualquier duda que hubiera podido aparecer durante la fase de preparación.

"Este resultado nos da confianza y esa es la lectura positiva que tenemos que sacar. Éste es el camino. Hay que salir a jugar de esa manera, con mucha determinación", dijo Pablo Prigioni anoche en la zona mixta.

Una de las sorpresas en el cuadro sudamericano fue la destacada actuación de Delfino, que acude a la cita olímpica a pesar de su irregular estado físico ya que no ha podido entrenar en instalaciones propias al ser agente libre en la NBA y no tener equipo por el momento.

El cuadro francés tratará de reponerse tras la dura derrota frente a Estados Unidos, a quienes lograron hacer frente durante el primer cuarto del partido antes de que la calidad de Kevin Durant y el dominio del juego impuesto por LeBron James volcasen el resultado a favor de los vigentes campeones olímpicos.

La plantilla que dirige Vincent Collet debe seguir el ejemplo de lo mostrado en ese primer periodo, cuando Parker dirigía con mano maestra el ataque de los "bleus", rompiendo la defensa con penetraciones y tiros a cuatro metros que compaginaba con asistencias al poderoso juego interior formado por Boris Diaw y Ali Traoré.

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