Atalanta y Chievo, ante la Federación italiana por el escándalo de apuestas

  • La Fiscalía de la Federación de Fútbol de Italia (FIGC) dispuso hoy el envío ante su Comisión Disciplinaria de 18 clubes italianos, entre ellos el Atalanta y el Chievo Verona de Primera División, por posibles responsabilidades en una supuesta red de fraude en las apuestas futbolísticas.

Roma, 26 jul.- La Fiscalía de la Federación de Fútbol de Italia (FIGC) dispuso hoy el envío ante su Comisión Disciplinaria de 18 clubes italianos, entre ellos el Atalanta y el Chievo Verona de Primera División, por posibles responsabilidades en una supuesta red de fraude en las apuestas futbolísticas.

Según informó hoy la FIGC, además de esos dos clubes de la máxima categoría del fútbol italiano, otros tres de la Segunda División (Serie B), Ascoli, Hellas Verona y Sassuolo, y 13 más de categorías inferiores responderán también ante la Comisión Disciplinaria.

La Fiscalía atribuye a todos esos clubes una supuesta "responsabilidad objetiva" en la trama por la posible participación de alguno de sus jugadores en ella, a excepción de dos equipos de las categorías inferiores, Ravenna y Alessandria, sobre los que se habla de "responsabilidad directa".

Además de los clubes, 26 inscritos en la Federación de fútbol italiana, entre ellos el jugador del Atalanta Cristiano Doni, excentrocampista del Mallorca español, tendrán que responder ante la Comisión Disciplinaria de la FIGC.

La decisión de la Fiscalía de la FIGC llega después de que el pasado 1 de junio la Policía italiana, gracias a una investigación llevada a cabo por las autoridades judiciales de Cremona (norte de Italia) detuviera a 16 personas que supuestamente integraban esa red de fraude en las apuestas futbolísticas.

Entre los detenidos estaba el excapitán del Lazio y exinternacional italiano Giuseppe Signori, así como Vittorio Micolucci y Vincenzo Sommese, jugadores en activo del Ascoli (Segunda División), así como los exfutbolistas Mauro Bressan, exjugador del Fiorentina, y Antonio Bellavista, antiguo capitán del Bari.

A ellos, así como al futbolista en activo Marco Paoloni (que hasta el pasado enero jugaba en el Cremonese), la Fiscalía de la FIGC les acusa de "haberse asociado a fin de cometer una serie indeterminada de irregularidades disciplinarias, entre las que se encuentran irregularidades deportivas y realización de apuestas ilícitas".

Considera además que estas personas operaban "con conductas destinadas a alterar el desarrollo regular y el resultado de partidos de los campeonatos nacionales con el objetivo de enriquecerse ilícitamente".

Los investigadores creen que condicionaron o intentaron condicionar en los últimos meses los resultados de algunos partidos de varias categorías del fútbol italiano para conseguir importantes beneficios a través de las apuestas deportivas.

Ese supuesto amaño de los partidos lo pudieron llevar a cabo a través de posibles pactos verbales y acuerdos de tipo monetario con sus protagonistas para asegurar el resultado y el posterior beneficio en las apuestas deportivas.

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