Las cuentas del Atlético para pasar a los octavos de final de la Champions League no son nada sencillas: tiene que ganar los dos partidos y esperar que Chelsea o Roma ‘pinchen’ contra el Qarabağ. Las cuentas económicas del club si finalmente cae eliminado de la máxima competición continental a las primeras de cambio también se complicarán. Porque la Champions ha supuesto en torno al 20 o 30% de la facturación del club en las últimas temporadas.
Cuando Simeone llegó al Atlético de Madrid, en diciembre de 2011, el equipo rojiblanco era un club de segunda fila europea, más allá de que hubiera ganado la Europa League un año antes. Gracias a los éxitos deportivos cosechados desde entonces, especialmente sus participaciones en la Champions League que se han saldado con dos finales, una semifinal y unos cuartos de final, el club ha podido ir saneando sus cuentas, e incluso, anticipando muchos de los pagos.
Porque ser un equipo puntero en la Champions no solo da prestigio deportivo, también económico. Los premios de la UEFA son claves en el presupuesto de los clubes. No entrar en esta competición es casi un drama para equipos como el Sevilla, el Valencia o el propio Atlético, que no ha faltado a la cita con el Cholo en el banquillo. Por eso es la exigencia del club al entrenador argentino y de este a sus jugadores.
El Atlético ha cobrado unos 200 millones de euros en sus últimas cuatro participaciones en la Champions. La temporada pasada, el club se embolsó 60 millones de euros, mientras que en lo que va de temporada, el saldo es de apenas 14 millones después de solo tres empates. Una cantidad en premios deportivos que aún puede crecer y a la que hay que sumarle el ‘market pool’ de las televisiones. Si el Atlético no avanza hasta los octavos de final, se quedará una menor parte del pastel en beneficio de Real Madrid, Barcelona y Sevilla.
Obligado a rejuvenecer la plantilla
Un descenso significativo de los ingresos que va suponer un frenazo en el crecimiento deportivo para un equipo que el pasado verano no pudo inscribir jugadores (fichó a Costa y Vitolo) debido a la sanción de la FIFA. Además, el club arrastra aún una deuda millonaria. Según las últimas cuentas remitidas al Registro Mercantil, el club debía a 30 de junio de 2016 un total de 483 millones de euros.
La deuda del club con Hacienda ha quedado reducida a 30 millones de euros después de que el club adelantara las cantidades previamente pactadas en el calendario con la Administración. Según informó Palco23, la cantidad restante la abonará en dos tantas de 15 millones en los meses de octubre de 2018 y 2019.
A 30 de junio de 2016, el Atlético mantenía una deuda cercana a los 70 millones de euros con el primer equipo, de los que 60 millones eran con los jugadores y 10 con el cuerpo técnico. El club, que hizo un gran esfuerzo el pasado verano para ‘atar’ a sus estrellas, subió los sueldos de Saúl, Koke, Griezmann, Lucas, Tomas, Saúl, Carrasco o Simeone, entre otros. Estó aumentó en unos 50 millones de euros el coste de la plantilla, rozando los 250 millones en total. Además, el Atlético debía 84 millones de euros a otras entidades deportivas por traspasos que aún no habían terminado de abonar.
En cuanto a los bancos, el Atlético mantenía una deuda 158 millones de euros, de los que 110 son préstamos y que según reza en la memoria, “están garantizados con determinados derechos”. Se trata de 7,3 millones de los abonos, 64,9 de la operación Mahou-Calderón, 24,7 de los derechos televisivos y 2,5 con un contrato de patrocinio. Además, debían otros 200 millones entre lo que denominan "deuda comercial" y "deuda no comercial".
El dinero del estadio no da para fichajes
Miguel Ángel Gil Marín recordaba recientemente, con motivo del estreno del Wanda Metropolitano que ha costado unos 300 millones de euros, la importancia de competir en Europa para mantener los ingresos. Subrayó como capital el dinero de la Champions para poder fichar mientras pagan el nuevo campo: “Es realmente complicado seguir invirtiendo en el equipo, coincidiendo con la inversión en el estadio y en las sedes de la Academia. Pero es posible invertir en el estadio y en el equipo al mismo tiempo siempre que sigamos creciendo como lo estamos haciendo".
"Es posible invertir en el estadio y el equipo al mismo tiempo siempre que sigamos creciendo como lo estamos haciendo".
Porque hasta bien entrada la próxima década el Wanda Metropolitano no reportará ingresos que el club pueda destinar a reforzarse deportivamente. “Los ingresos adicionales que genere el nuevo estadio deben destinarse a amortizar las inversiones realizadas en el mismo. Nuestro plan de negocio, conservador, nos hace prever que la inversión neta en el Wanda Metropolitano estaría completamente amortizada en 6 o 7 temporadas".
En la misma línea, Enrique Cerezo reconoció en febrero de 2017, en estoesatleti.es que el nuevo estadio "es una gran jugada, pero no una gran jugada económica. En un principio íbamos a ganar 100 millones y ahora estamos perdiendo 170, fijate cual será nuestro empeño en ir allí cuanto antes. Va a ser el mejor estadio de Europa".
El Atlético está decidido a competir de tú a tú con los grandes de Europa, pero para ello la Champions League es capital. Se agarran al último hilo de esperanza para seguir en la competición, ya que de lo contrario, minimizarán su capacidad para retener y fichar a los mejores jugadores del mundo.
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