Australia y Nueva Zelanda se enfrentarán por primera vez en una final de un Mundial

  • Australia, tras su triunfo de este domingo contra Argentina (29-15) en Twickenham, y Nueva Zelanda, que había ganado el sábado en el mismo escenario a Sudáfrica (20-18), se enfrentarán por primera vez en la historia en una final de un Mundial de rugby, el sábado 31 de octubre en el estadio londinense.

Las dos potencias de Oceanía protagonizarán también la primera final entre dos equipos del Hemisferio Sur, algo seguro una vez que los cuatro equipos de la zona alcanzaran las semifinales, también por primera vez.

La final reunirá a los dos equipos más fuertes del momento. Nueva Zelanda, campeón del último Mundial, solo ha perdido tres de sus 53 partidos disputado tras el título ganado en Auckland hace cuatro años.

Australia, por su parte, ganó este año el Rugby Championship, el campeonato de los cuatro grandes del Hemisferio Sur, después de que Nueva Zelanda conquistara los tres anteriores.

El ganador del partido del próximo sábado logrará su tercer título mundial, ya que ambos tienen dos en su palmarés, igual que Sudáfrica, después de tres finales disputadas en ambos casos, por lo que esta será la cuarta.

El seleccionador australiano, Michael Cheika, declaró que su equipo tiene que mejorar para la final del Mundial.

"Esta noche podemos pensar que nos hemos ganado la oportunidad de jugar la final de una Copa del Mundo y ahora vamos a trabajar sobre cómo hacerlo ante un equipo muy dinámico", dijo.

Australia puede soñar. Los Wallabies se impusieron a los Pumas en un buen partido de Adam Ashley Cooper, autor de tres de los cuatro tries de su equipo.

Los Wallabies sumaron a los tres tries de Cooper (11, 32 y 72), uno de Rob Simmons al inicio del partido (2) y nueve puntos con el pie de su apertura Bernard Foley.

Solo el pie del apertura Nicolás Sánchez, autor de los quince puntos de su equipo, con cinco penales, mantuvo en el partido a Argentina, que se despidió de la final entre lágrimas, a imagen de su entrenador, Daniel Hourcade, que no pudo superar la emoción tras terminar el duelo.

"Me duele más por ellos (por los jugadores). Tenía dolor por ellos, porque se dejaron la vida en la cancha. No sé si hubo lágrimas, pero estaba orgulloso y los felicito", señaló el técnico.

Australia marcó muy arriba a los Pumas, sin dejarlos salir con la pelota, y como es habitual en los Wallabies, imponiéndose en los rucks a un equipo argentino que estuvo nervioso todo el partido.

Twickenham, la catedral del rugby, albergará la primera final entre las dos potencias de Oceanía en un Mundial, mientras que Argentina se medirá a Sudáfrica el viernes en el partido por el tercer puesto, en el Estadio Olímpico de Londres.

"Estamos tristes, muy tristes, pero no hay tiempo de reprocharse nada ya que el viernes tenemos otra final y queremos estar en el podio. Hay que hacer un duelo rápido y preparar el partido contra Sudáfrica", señaló el capitán argentino, Agustín Creevy.

Ese partido contra Sudáfrica será el último para algunos Pumas, como Juan Martín Fernández Lobbe, Marcos Ayerza, Horacio Agulla y Marcelo Bosch, por encima de la treintena y que al no haber firmado por la franquicia argentina del Super Rugby no pueden jugar con Argentina.

En el mismo caso está Juan Imhoff, pero su juventud, permite pensar en un regreso a los Pumas a medio plazo.

Los Pumas, a los que de nada les sirvió el apoyo de Diego Maradona entre los espectadores en Twickenham, intentarán igualar frente a los Springboks el tercer puesto conseguido en el Mundial de 2007.

Argentina, que había marcado tries en todos sus partidos del Mundial, se encontró esta vez con una segura defensa australiana, que no le dejó llegar al ingoal.

A Sánchez le queda el consuelo de ser nuevo líder de la tabla de goleadores con 79 puntos.

psr/dr

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