Baño de masas y calor en el Bernabéu

  • Una multitud compartió con la plantilla del Real Madrid el traslado del autobús blanco al estadio Santiago Bernabeu, donde seguidores madridista convencidos se aferran a la magia y a la épica de antaño ante la última oportunidad de alcanzar el viaje a Wembley.

Santiago Aparicio

Madrid, 30 abr.- Una multitud compartió con la plantilla del Real Madrid el traslado del autobús blanco al estadio Santiago Bernabeu, donde seguidores madridista convencidos se aferran a la magia y a la épica de antaño ante la última oportunidad de alcanzar el viaje a Wembley.

La operación remontada alentada por el club blanco se acentuó en las horas previas al inicio del choque ante el Borussia Dortmund. Los fieles madridistas, empapados de imágenes en blanco y negro, y de vídeos del siglo pasado, alimentaron su fe y plagaron de optimismo la previa de la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones.

El recorrido desde el hotel de concentración del plantel de Jose Mourinho al estadio fue un baño de multitudes, que jaleó cada metro al grupo de futbolistas en el que tienen depositadas sus ilusiones.

La situación se acentuó al lado del estadio, en la calle Concha Espina, donde las fuerzas de seguridad que escoltaban el autocar madridista tuvieron que abrir paso al vehículo ante la enfervorizada masa, que apoyaba sin cesar a los jugadores.

Tardó más de lo habitual en alcanzar su destino el autobús con los futbolistas, cuyos saludos nutrían más la esperanza de unos seguidores que aún confían en recorrer el último tramo hacia la 'Décima'.

El vehículo entró en las entrañas del estadio. Ahí le esperaba el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. Como en las ocasiones especiales. Aguardó uno por uno a cada jugador. Mourinho tuvo un recibimiento más cercano y chocó su mejilla con la del responsable de la entidad. Sergio Ramos desconectó sus auriculares y se detuvo ante Pérez, con el que departió durante unos instantes. Misión de capitán.

Mientras, las gradas se poblaban con cuentagotas. Suele ser habitual. El arreón del público llega a última hora. Una situación que pasó por alto el responsable de megafonía, empeñado en agitar a los seguidores mientras los vídeo-marcadores del estadio emitían una y otra vez imágenes de remontadas históricas.

El color alemán se dejaba notar desde el principio. En el espacio reservado para los seguidores visitantes, en la parte superior del fondo norte, miles de germanos ataviados de amarillo subrayaban el apoyo que el Borussia Dortmund va a encontrar en Madrid. No está solo.

El aficionado blanco se empeñó en alimentar la jornada como antaño. En trasladar las sensaciones históricas a este momento en el que está tan necesitado. Horas antes, unos 300 seguidores ya se dejaron notar en las proximidades del Bernabéu.

La fe ha alcanzado al público. Posiblemente el que más suspire por una goleada que voltee la decepción de Alemania. Aunque la operación remontada fue puesta en marcha por el propio club, con los jugadores como partícipes bajo el lema "nuestra fuerza eres tú".

El Real Madrid nunca ha remontado un 4-1 en contra en unas semifinales europeas. Pero se aferra a las hazañas históricas que marcaron parte del carácter del club blanco.

En uno de los laterales del recinto se montó una 'zona de seguidores', donde los aficionados se concentraron para incentivar su ánimo y unir esfuerzos.

Mientras, la afición del Dortmund se dejó ver también por Madrid. Paseó con tranquilidad por lugares céntricos y turísticos de la ciudad ante un momento también histórico para su equipo, a punto de alcanzar por segunda vez en su historia la final de la principal competición continental.

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