Barcelona 2-1 Real Madrid: las claves de la victoria del líder

    • El Real Madrid fue superior al Barcelona durante una hora donde los blancos arrinconaron al Barcelona pudiendo marcharse al descanso por delante en el marcador.
    • Los errores defensivos y la condición física condenaron a un conjunto blanco que perdió ante un Barcelona que dominó a la perfección el juego asociativo y vertical.

Quizás sin merecerlo, el Madrid se dejó buena parte de la Liga en un Camp Nou donde el conjunto blanco cuajó una excelente primera mitad pero que sufrió un castigo excesivo por su inoperancia defensiva. Los blancos dieron vida a un Barcelona más fresco y que volvió a demostrar que es ha ganado como equipo cuando ha sabido comprender mezclar balón y velocidad sólo puede tener connotaciones positivas.El Madrid fue mejor en la primera parte y perdonó al Barcelona

El Real Madrid dio una muy buena imagen en un primer tiempo donde tuvo contra las cuerdas al Barcelona. Hasta el segundo gol el conjunto blanco fue dueño y señor del partido y tuvo las oportunidades suficientes para sentenciar el Clásico. Marcelo fue influyente desde la izquierda, Modric administró los tiempos del partido y Benzema dio un clínic que duró una hora. El francés se asoció con inteligencia y dio a Cristiano Ronaldo un balón de oro para que el luso hiciera el empate. Tras la igualada, el Madrid se desmelenó y arrinconó al Barcelona con posesiones eficientes y velocidad. Cristiano, Bale e Isco tuvieron en sus botas poder sentenciar un partido que encumbró a los blancos durante una hora.Castigado por sus errores defensivos

El Real Madrid realizó una excelente primera parte pero su defensa, en concreto Pepe y Sergio Ramos, no estuvieron al nivel del resto del equipo. Los graves fallos defensivos castigaron a un equipo que se asoció con coherencia en campo contrario pero que tembló en su área. En el primero, cuando ambos equipos se tanteaban en el ring, Sergio Ramos se despistó y perdió la marca de Mathieu que remató a placer. Algo similar pasó tras el descanso. El Real Madrid siguió la línea de la primera parte hasta que Dani Alves desplazó en largo sorprendiendo a los dos centrales blancos que no tuvieron su día en el momento más importante del año.El Barcelona tuvo más físico

El sistema obsoleto de rotaciones de Ancelotti es una de las críticas más exacerbadas hacia el técnico blanco. Que el Real Madrid es un equipo sin aire es una realidad. Al Clásico llegó el once del Barcelona con casi 2.000 minutos menos en las piernas y eso pudo percutir a partir de la hora de partido. Una vez llegados al minuto 60 el Real Madrid se apagó. Modric y Kroos se vieron sobreexpuestos y dejaron de recular. Marcelo, que realizó un excelente partido en la primera parte, estaba exhausto y eso mermó al juego madridista que olvidó el repliegue y que, finalmente, pudo ser goleado por un Barcelona que sale derrotado en el goal average particular, algo que puede ser decisivo a la hora dictaminar el campeón de liga.El nuevo patrón culé: se asocia y contragolpea

Desde Barcelona se denostó con asiduidad un contragolpe al que se ha agarrado Luis Enrique como principal método para acabar con la monotonía del juego culé. La principal premisa del técnico asturiano para desarrollar un mejor ataque en estático ha sido alejarse del área y esperar al rival. Durante esta temporada (el partido en el nuevo San Mamés fue el mayor ejemplo de ello) el Barcelona no ha rehusado en replegarse y correr para ser menos previsible. Saber combinar el juego asociativo y vertical en la mejor virtud de un equipo que ayer no dudó en asociarse y salir a la espalda del Madrid. Buen ejemplo de ello fue el segundo tanto culé. Dani Alves desplazó en largo a la espalda de Ramos y Pepe y Luis Suárez aprovechó los espacios a la perfección. Tras el segundo tanto, los culés lo confiaron todo al contragolpe. No acabaron en gol pero tuvieron la oportunidad de castigar con excesiva dureza a un Real Madrid que se lanzó con poca coherencia al ataque.Piqué estuvo a un gran nivel y Messi fue más influyente en el centro

Ya se puede decir sin sobresaltos: Piqué vuelve a ser el magnífico central que deslumbró con Guardiola. Tras dos años a llenos de dudas, donde se asoció su mal nivel a la falta de jerarquía que ejercía Puyol atrás, Piqué está volviendo a ser el de antes. Ayer, ante el excelso despliegue madridista en zona ofensiva, el central lideró al Barcelona y desbarató las embestidas blancas en la primera mitad. El central lideró a los culés desde la zaga y Messi acaparó protagonismo cuando abandonó la banda y se acopló en el centro para buscar la espalda de Kroos y Modric. En la primera mitad, el argentino partió desde la banda con el objetivo de aprovecharse de los espacios generados por Marcelo, pero, la falta de asociación con la gente del centro del campo, especialmente con Rakitic, hizo que la máxima estrella culé pasara inadvertida. Tras su incursión en el centro, participó, se asoció con asiduidad y generó superioridades que pudieron aprovechar Neymar y el mismo, que a punto estuvo de anotar el tercer tanto.

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