"Big Papi" Ortiz está feliz de tener a un compañero como "Titán" González

  • El veterano toletero dominicano David Ortiz ha vuelto a ser el gran centro de atención de los preámbulos del Juego de las Estrellas, siendo el capitán del equipo de la Liga Americana y el jugador que más respeto y apreció genera dentro del béisbol profesional de las mayores.

Redacción EE.UU., 12 jul.- El veterano toletero dominicano David Ortiz ha vuelto a ser el gran centro de atención de los preámbulos del Juego de las Estrellas, siendo el capitán del equipo de la Liga Americana y el jugador que más respeto y apreció genera dentro del béisbol profesional de las mayores.

Pero además, esta vez, Ortiz, más conocido como "Big Papi" también ha llegado a Phoenix con un nuevo compañero, el primera base mexicano Adrián González, con el que dentro de los diamantes genera aun más "temor" entre los lanzadores de los equipos rivales.

Ortiz no tiene problemas para reconocer esa nueva realidad que tanto beneficia al equipo y a su propia persona por el gran profesional que ha encontrado en González.

"Antes que llegase a Boston sabía que era bueno, pero no tan bueno", declaró Ortiz cuando se le pregunto sobre su nuevo compañero. ""El tipo es increíble, hace que el juego sea demasiado fácil. Este es mi año 14 en Grandes Ligas y nunca he visto algo así".

Ortiz recordó que había tenido de compañeros a figuras como su compatriota Manny Ramírez, (Nomar) Garcíaparra, y otros muchos jugadores buenos, pero González hacer el juego muy fácil.

"La mecánica, la forma como se mueve, tú nunca sientes a Adrián tenso o nada por el estilo, siempre está relax", añadió. "Además fuera del campo es, simplemente, un primer clase, sin discusión", destacó Ortiz.

Además, el toletero dominicano es consciente y lo admite que al ser González zurdo se ha encontrado con el cómplice ofensivo ideal en la alineación, con el que se ha adaptado perfectamente.

Precisamente, cuando los Medias Rojas ganaron las Series Mundiales en 2004 y 2007, Ortiz conformaba una temible dupla de artilleros con Ramírez.

El binomio se rompió cuando Ramírez se marchó a los Dodgers de Los Ángeles al año siguiente del segundo campeonato y se quedó sin ese apoyo ideal que tenía y que ahora ha recuperado con González.

No ha sido hasta ahora que los Medias Rojas pueden presumir de una tanda de semejantes bateadores de alto calibre, aunque González y Ortiz no toman sus turnos uno detrás del otro, separados por Kevin Youkilis.

Ambos son conocidos por sobrenombres que resaltan poder de su bate como es que a Ortiz se le conozca como el "Big Papi", mientras que a González ya tiene el apodo del "Titán".

Ortiz ha visto su renacer ofensivo, con un promedio de .304, 19 jonrones y 55 impulsadas, para olvidarse de los años anteriores, cuando se le cuestionaba por malas rachas en los primeros meses.

"A mí me habían retirado del juego hace dos años por un mal comienzo. He vuelto a disfrutar el jugar en Grandes Ligas, estoy tranquilo", admitió Ortiz.

Por su parte, González, de 29 años, llegó a los Medias Rojas para ocupar el puesto de primera base tras cinco temporadas con los Padres de San Diego, y su nuevo entorno del estadio Fenway Park le ha permitido adaptarse por completo y además ser de inmediato clave dentro del equipo, que le pagó 154 millones de dólares por siete años de contrato.

Su vieja casa, el Petco Park de San Diego, no era el más favorable para los bateadores de poder, pero igual se las arregló para conectar por lo menos 30 jonrones en cuatro de sus cinco temporadas con el equipo californiano de la Liga Nacional.

"La verdad que no tuve suerte con los dos parques anteriores para batear, pero ahora estoy en uno de los mejores", declaró González. "Fenway es un parque bueno para mí. Todos sabemos que mi swing está para batear a la banda contraria para el izquierdo, y la barda está corta ahí, los parques de la división son cortos y son buenos para batear todos".

Los números le dan toda la razón a su argumento ya que es el líder de la Liga Americana en bateo (.354), impulsadas (77), imparables (128) y dobles (29).

El toletero mexicano reconoció que los nueve peloteros que batean con los Medias Rojas lo pueden hace a ambos lados del plato y eso es algo que genera mucho temor a los lanzadores porque saben que no tienen ningún momento de respiro para intentar sacar un "out" fácil.

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