Brasil culmina su camino hacia la elite mundial

  • El triunfo de la selección brasileña en el Campeonato del Mundo femenino que concluyó hoy en Serbia culmina los esfuerzos que desde hace años ha realizado el gigante sudamericano por hacerse un hueco en la elite del balonmano internacional.

Javier Villanueva

Madrid, 22 dic.- El triunfo de la selección brasileña en el Campeonato del Mundo femenino que concluyó hoy en Serbia culmina los esfuerzos que desde hace años ha realizado el gigante sudamericano por hacerse un hueco en la elite del balonmano internacional.

Una estrategia que ha seguido un camino totalmente distinto al de Corea del Sur, el otro equipo no europeo que ha sido capaz hasta el momento de ceñirse la corona mundial, al apostar por la apertura y la internacionalización, en contraposición al hermetismo que caracteriza al balonmano coreano.

Tal y como confirma la presencia en distintos equipos europeos de doce de las dieciséis jugadoras convocadas para la cita mundialista por el seleccionador brasileño, el danés Morten Soubak, que tomó en 2009 el relevo al español Juan Oliver.

Un desembarco masivo en el que ha jugado un papel determinante el convenio de colaboración establecido hace unos años entre la Federación Brasileña y el Hypo NiederOsterreich austríaco, en el que militan esta temporada ocho internacionales brasileñas.

Colaboración que se ha estrechado todavía más con la llegada el pasado verano al banquillo del conjunto austríaco, vigente campeón de la Recopa, del seleccionador Morten Soubak, lo que permite a Brasil vivir en una concentración casi permanente.

"La cooperación entre Brasil y el Hypo NÖ lleva funcionando unos tres años y ya ha comenzado a dar sus frutos en muchos aspectos. El año pasado el equipo ganó la Recopa y el hecho de que yo pueda trabajar a diario con las jugadoras nos permite una conjunción más rápida que a otras selecciones", señaló Soubak en declaraciones a EFE antes del inicio del Mundial.

Trabajo diario, que unido a la posibilidad de jugar con las mejoras jugadoras del Mundo -el Hypo NiederOsterreich participó en la Liga de Campeones-, ha permitido acelerar todavía más la espectacular progresión que la selección femenina brasileña ha vivido en los últimos años.

Una evolución que ya dejó a las campeonas panamericanas a las puertas de la lucha por las medallas en el Mundial disputado hace dos años en Brasil, donde cayó ante España por 27-26 en los cuartos de final, o en los Juegos Olímpicos de Londres donde cayó por 22-20 ante la todopoderosa Noruega en idéntica ronda.

Logros que no pasaron desapercibidos en el mundo del balonmano femenino, que eligió a Morten Soubak segundo mejor entrenador del año 2012 y a la extremo Alexandra como la mejor jugadora del planeta en ese mismo año.

Títulos individuales a los que añadir la presencia de la lateral "Duda" Amorim, que hoy fue elegida como mejor jugadora del Mundial de Serbia, en las filas del Gyori húngaro, con el que se proclamó el pasado curso ganador de la Liga de Campeones.

Reconocimientos que han permitido a las jugadoras brasileñas disfrutar de cada vez más y más minutos de calidad en las máximas competiciones de clubes, lo que ha posibilitado a las de Soubak adquirir el oficio y la madurez, que les faltaba hasta ahora.

Como se pudo comprobar hoy ante Serbia, en una final en la que Brasil, que llegó a ganar por hasta cinco goles (16-11) al inicio de la segunda mitad, se encontró con el marcador igualado (19-19) a cinco minutos para el final.

Un tiempo en el que Brasil demostró el talento, la madurez y el orgullo necesario para no dejarse arrastrar por el electrizante ambiente generado por los más de 19.000 espectadores que llenaban el Kombank Arena de Belgrado y ceñirse (22-20) su primera e histórica corona Mundial.

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