Bronca en el Bernabéu, pañolada y gritos de dimisión para Florentino

    • 'Florentino dimisión' y Benítez dimisión' han sido los cánticos que se han escuchado en un Bernabéu que sufre una de las noches más duras de su historia.
    • Sin Messi en el campo el Barcelona se ha puesto (0-3) y con él ha llegado el cuarto y ha provocado que la gente se vaya del campo a los 10 minutos de la segunda parte.
Real Madrid's coach Rafael Benitez gives instructi
Real Madrid's coach Rafael Benitez gives instructi

La afición del Real Madrid estalló en el descanso contra su equipo después de la imagen y de la superioridad aplastante del Barcelona durante todo el primer tiempo. El público vio claramente lo que había sucedido en el terreno de juego, la poca capacidad del Madrid para reaccionar y cuando el árbitro pitó el descanso comenzó una espectacular pañolada para la que aprovecharon las cartulinas blancas que se habían repartido antes del encuentro.

Pero además de los pitos, la afición empezó a entonar con contundencia gritos contra el entrenador y contra Florentino Pérez. Se pudo escuchar claramente 'Florentino dimisión' y 'Benítez dimisión'. Lo cierto es que desde hace tiempo, la afición no está contenta con cómo juega el equipo de Rafa Benítez, ni tampoco con sus estrellas.

Pero nada más comenzar la segunda parte, se le complicaron más las cosas a Benítez y a su equipo con el tercer gol de Andrés Iniesta. Los pañuelos y los pitos volvieron a la grada que aumentaron con el primer cambio del técnico blanco que decidió quitar del campo a James y meter a Isco.

La derrota era lo de menos, ya que lo peor era la imagen del equipo. Superados tácticamente y futbolísticamente, los pupilos de Benítez no supieron desarbolar en ningún momento a los de Luis Enrique.Pañolada que hace historia

La pañolada es histórica ya que es la primera en contra del equipo de Benítez. Además, se llevaba mucho tiempo sin escuchar en el Bernabéu cánticos negativos hacia el presidente.

10 años después de la exhibición de Ronaldinho, Neymar cogió la batuta del Barcelona, pero esta vez no arrancó los aplausos del público rival, sino un descontento que marcará un antes y un después en el Real Madrid.

Es una de las tardes más negras que recuerda el madridismo porque el equipo no ha tenido ninguna posibilidad en el partido.

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