Bubka, el zar de la pértiga busca un nuevo reinado

Pero en la lucha por esta nueva corona tendrá un rival más difícil que los que superó en una brillante carrera de pertiguista en la que batió 35 veces el récord planetario, ganó seis oros en Mundiales y uno en unos Juegos Olímpicos.

Será otra leyenda, el mediofondista británico Sebastian Coe, dos veces campeón olímpico de 1.500 metros, en 1980 y 1984.

Sergei Bubka destacó como velocista y saltador de longitud cuando era un niño, aunque pronto comenzó a practicar la pértiga, con nueve años.

Cuando era un desconocido, ganó el oro en el Mundial de Atletismo de Helsinki en 1983. Fue el primero de sus seis títulos mundiales consecutivos, hasta Atenas-1997.

El boicot de la Unión Soviética a los Juegos de Los Ángeles-84 y una serie de lesiones hicieron que solo ganara un oro olímpico, en Seúl-88.

"Para triunfar en la pértiga, tienes que ser físicamente y psicológicamente muy fuerte. En la carrera tienes que ser velocista y luego un saltador y un gimnasta", afirmó una vez.

La primera experiencia en los despachos en el mundo del deporte, le llegó en el Comité Olímpico Internacional (COI) en 1996, cuando fue elegido miembro de la Comisión de Atletas.

"Sabía que quería estar envuelto en el deporte y particularmente en el movimiento olímpico", dijo.

El ucraniano se convirtió en miembro del COI en 1999, estando en varias comisiones, siendo además presidente del Comité Olímpico Ucraniano desde 2005.

Bubka empezó a trabajar en la IAAF en 2001, pasando a ser vicepresidente del organismo en 2007.

"He estado trabajando en la IAAF durante mucho tiempo y mi trabajo no se limita a un área. Buscar lo mejor para el atletismo es algo que está dentro de mi corazón", indicó el exsaltador.

Estuvo cuatro años trabajando para el gobierno ucraniano y también se ha lanzado al mundo de los negocios junto a su familia, abriendo el Bubka Sports Club, creado en 1990, al que acuden a entrenar cientos de jóvenes.

Junto a su hermano dirige un negocio de panadería y tiene inversiones como estaciones de gasolina y comercios de comida.

Hijo de un soldado del Ejército Rojo de la Unión Soviética, Bubka casi se ahogó a la edad de cuatro años cuando se cayó en un barril lleno de agua.

"Tenía cuatro años y me divertía en el jardín de mis padres, en Vorochilovgrad (ahora llamado Louhansk)", contó el ucraniano a la AFP.

"Había un tonel lleno de agua. Me subí encima para mirar, y caí dentro. Me habría ahogado si no fuera porque mi hermano Vassia alertó a mi madre, que vino a salvarme", añadió.

Conoció a la gimnasta Lilia Tutunik cuando era un adolescente y se casó con ella con 21 años, en 1984. La pareja tiene dos hijos, Vitaliy, nacido en 1985, y Sergei, en 1987.

Lilia animó a ambos a jugar al tenis desde niños y aunque Vitaliy decidió lanzarse desde muy joven en el mundo de los negocios, su hermano pequeño se hizo profesional de este deporte.

La familia es importante para Bubka pero el deporte ocupa un lugar relevante también en su vida y tras destacar dentro de las pistas, también quiere hacerlo fuera de ellas como dirigente.

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