Caja Laboral llega a la Copa sin aclarar las dudas sobre su juego y potencial

  • El Caja Laboral encara el primer gran título de la temporada envuelto en las dudas sobre su nivel de juego y potencial para aspirar a llevar a sus vitrinas una nueva Copa del Rey.

Vitoria, 13 feb.- El Caja Laboral encara el primer gran título de la temporada envuelto en las dudas sobre su nivel de juego y potencial para aspirar a llevar a sus vitrinas una nueva Copa del Rey.

El equipo vitoriano, tercer clasificado en la Liga Endesa, llega a la cita copera tras ofrecer una floja imagen en el duelo que perdió en la pista de Blusens y que encaja con la irregularidad que está mostrando desde que dio comienzo la temporada.

El torneo copero se presenta como el camino más directo y rápido a un título que además gusta al Baskonia y que supondría la mejor manera de cicatrizar la eliminación del Top 16 de la Euroliga donde los vitorianos están fuera por vez primera en once temporadas.

Estos primeros cinco meses de competición han dejado claro dos rasgos que distinguen al Caja Laboral de esta temporada: los nuevos fichajes no han terminado de rendir ni acoplarse a las exigencias de Dusko Ivanovic y el equipo se sustenta en el trabajo de la denominada vieja guardia.

Todo el juego y anotación del Baskonia pivota sobre la figura de Mirza Teletovic, secundado por Pablo Prigioni en la dirección y el incombustible Fernando San Emeterio. Entre ellos acaparan la gran parte de minutos jugados y la anotación productiva.

De manera esporádica se produce la aportación de Brad Oleson que, en su tercera campaña, está ofreciendo destellos del jugador que despuntó en Fuenlabrada y terminó recalando en Vitoria.

La intensidad de Pau Ribas se ha visto truncada con un inoportuno esguince de muñeca que le ha tenido apartado un mes de la competición. Hace dos partidos ha vuelto al equipo, pero aún no ha recuperado su mejor versión.

Del resto de jugadores, Milko Bjelica es el gran descubrimiento. El montenegrino, fichado de Lietuvos Rytas, ha tenido que amoldarse y asumir las funciones de pívot del equipo ante la falta de un poste intimidador y desequilibrante en el Baskonia.

El juego interior es el gran lastre que condena al Baskonia a un rendimiento que dista mucho del de pasados cursos.

La lesión de Maciej Lampe, en verano, truncó la configuración de la plantilla, que desde entonces ha asistido a un desfile incesante de hombres llamados a cubrir su hueco.

Kevin Seraphin o Vladimir Golubovic son solo dos ejemplos de ese transitar y el baskonismo anhela el retorno de Lampe para que el juego de Caja Laboral recupere el equilibrio.

El polaco se incorporó a los entrenamientos del equipo y en Barcelona puede disputar sus primeros minutos como jugador baskonista, pero sin exigirle nada porque acumula medio año de inactividad y acaba de superar una complicada lesión de cadera.

Con estos condicionantes, el equipo vitoriano aspira a superar a Lagun Aro en el tradicional derbi vasco que se vive en la Copa del Rey en los últimos años y plantarse en semifinales donde, si nada se tuerce, le esperaría el Regal Barcelona como obstáculo a la final y gran vía de redención y salvación para la temporada.

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