Cancellara hace añicos el reloj, Nibali insiste en "la roja"

  • El gladiador "Espartaco" Cancellara hizo añicos el reloj en la cronometrada de 38'8 kilómetros de Tarazona y se impuso como corresponde a un tetracampeón mundial de la especialidad, mientras que un "Tiburón", Vincenzo Nibali, volvió por tercera vez a enfundarse el maillot rojo de líder, en otro golpe de autoridad entre los favoritos.

Carlos de Torres

Tarazona (Zaragoza), 4 sep.- El gladiador "Espartaco" Cancellara hizo añicos el reloj en la cronometrada de 38'8 kilómetros de Tarazona y se impuso como corresponde a un tetracampeón mundial de la especialidad, mientras que un "Tiburón", Vincenzo Nibali, volvió por tercera vez a enfundarse el maillot rojo de líder, en otro golpe de autoridad entre los favoritos.

Cancellara en estado puro es victoria segura. El suizo ganó por 37 segundos a su rival directo en el próximo Mundial, el alemán Tony Martin (Omega). Fue un ensayo, un entrenamiento de calidad que solventó la locomotora de Berna en 51 minutos justos, a una media de 45,6 kms/hora. Y eso que había que subir el Moncayo hasta mitad del recorrido.

Solo Martin, que luce los dos últimos títulos mundiales, se aproximó a Cancellara en segundos. El resto, en minutos. A ambos monstruos del cronómetro les siguieron dos italianos, el diminuto Pozzovivo (Ag2r), que apenas pasa de 52 kilos; a 1.24; y el "Tiburón de Mesina" un segundo después.

Nibali corrió con la cara desfigurada por la picadura de una abeja en la jornada de descanso. Tenía el rostro como un boxeador, pero el golpe lo dio él. "No pude tomar medicamentos, pero no es ninguna excusa". El siciliano se empeña en lucir el maillot rojo y de nuevo volvió a mostrarse superior.

Resistieron con nota Nicolas Roche y Alejandro Valverde, que escoltan a Nibali en la general como segundo y tercero, a 33 y 46 segundos respectivamente. El irlandés, que fue sexto, se ha colado en la fiesta y no hay quien le mueva de la foto.

Valverde salió reforzado del examen, a pesar de que tuvo el susto de rigor. El murciano parece abonado al infortunio. Siempre le pasa algo. Esta vez pinchó en la zona de ascenso, perdiendo cerca de medio minuto en la reparación.

Además, padeció un problema bastante atípico. Qué original es. "Aunque parezca mentira el mono me quedaba pequeño y no he podido adaptarme bien a la bicicleta". Increíble, pero cierto.

La cronometrada que partió de la antigua Plaza de Toros de Tarazona dejó un par de víctimas. El "abuelo" estadounidense Chris Horner (Radioshack) perdió el jersey de líder y retrocedió al cuarto puesto a 46 del líder, pero no la moral, pues se mostró "convencido de volver a vestir de rojo". Y ya nadie se ríe. Todos le creen.

Más difícil lo tendrá Joaquim "Purito" Rodríguez. La crono del catalán no tuvo nada que ver aquella cronoescalada del Tour en la que acabó tercero. Regaló 1.36 y en la general es quinto a 2.33. Está obligado a quemar las naves en la montaña.

Quedan puertos, entre ellos el "suyo" de la Gallina, cerca de su casa de Andorra, pero al jefe del Katusha le sobran rivales. El Purito explosivo de los muros no ha aparecido. Aún se le espera. Y no le quedará otro remedio que jugar al ataque. El fin de semana tendrá que hablar en Pirineos.

La etapa fue previsible porque estaba Cancellara, y si está en la Vuelta es para llegar al Mundial con la maquinaria a punto. El mismo interés que Tony Martin, aquel que se fugó 175 kilómetros camino de Cáceres y perdió a diez metros de meta. En la "liga" que jugaron ambos, el suizo, de 32 años, voló subiendo y bajando.

Era una crono apta para escaladores por aquello de que hasta la mitad del recorrido el Moncayo incluía 9 kilómetros del 5 por ciento de desnivel. Pero a Espartaco poco le importó, pues en la cima sólo fue superado por Pozzovivo, en 5 segundos.

En la bajada la exhibición fue espectacular, pues alcanzó en algunos tramos los 100 kms/hora. La espera en meta mereció la pena, ya que sabía que sus 51 minutos no iban a ser superados. Fue capaz de alcanzar a 6 corredores que salieron delante de él escalonados por intervalos de un minuto. Una portento.

Un ensayo satisfactorio para el próximo Mundial de Florencia, donde aspira al quinto título. El rey del pavés, con 3 París-Roubaix y 2 Tours de Flandes en su palmarés, obtuvo su tercer triunfo de etapa en la Vuelta. Desde 2009 no se le veía por el podio. En Tarazona le vieron volar.

Mañana se disputa la duodécima etapa entre Maella y Tarragona, de 164,2 kilómetros.

Mostrar comentarios