Carlo Ancelotti, el hombre tranquilo

  • "Carlo no se enfada nunca". La frase es de Paolo Maldini, excompañero suyo en el Milan, y resume a la perfección la personalidad de Carlo Ancelotti, un entrenador de la vieja escuela, conocido por sus dotes de pacificador y que tendrá la gran responsabilidad de reemplazar a Josep Guardiola en el Bayern de Múnich la próxima temporada.

El italiano de 56 años era el gran nombre de los banquillos que estaba libre en este momento y era codiciado por los grandes del continente, desde que salió del Real Madrid al final de la pasada temporada. Sin hacer ruido y con elegancia, fiel a su reputación.

Maldini fue más allá en su definición de Ancelotti, calificándose de "oso amable" por su afabilidad. Una calma que sólo parece abandonar en la mesa, donde es conocida su afición por la buena comida.

"Una vez que tiene el tenedor, hace falta un arma para detenerlo", bromeó Maldini.

De su infancia en Romaña, Ancelotti recuerda que el día de la matanza del cerdo era "el mejor del año" y en su etapa adulta, especialmente después de retirarse como futbolista, ha convertido el buen comer en uno de sus placeres favoritos.

"En la cocina me relajo. Pero no cocinando, sino comiendo", dice con humor. Le gusta el vino lambrusco y un producto cárnico típicamente italiano, la coppa. En su autobiografía de 2009, el título elegido ("Prefiero la Coppa") aprovechó que Coppa vale en italiano tanto para el embutido como referirse a un trofeo.

Comenzó desde abajo, con partidos interminables con sus amigos en la calle, y tras despuntar en las categorías inferiores del Parma empezó a triunfar a principios de los ochenta en la Roma y luego pasó al Milan, consiguiendo las Copas de Europa de 1989 y 1990, así como las Intercontinentales de esos dos años y dos ligas italianas.

Se retiró como futbolista en 1992 y comenzó como entrenador tres años más tarde, en el modesto Reggiana, de donde pasó al Parma (1996-1998).

Su primer gigante fue la Juventus (1999-2001) y de allí dio el salto al club de sus amores, el Milan, del que fue entrenador de 2001 a 2009, una época en la que el conjunto 'rossonero' se llevó dos Ligas de Campeones europeas (2003 y 2007) y un Mundial de Clubes (2007).

Sumando los títulos como jugador y entrenador en Intercontinentales y Mundiales de Clubes, Ancelotti tiene un brillante poker de títulos, un logro al alcance de muy pocos.

El Chelsea (2009-2011) y el París Saint-Germain (2012-2013) fueron sus últimas etapas antes de llegar a un Real Madrid donde vino, vio y venció: en su primera temporada dio al equipo la ansiada 'Décima' Copa de Europa, que la entidad llevaba doce años esperando.

El curso 2014-2015 empezó bien, sobre todo con la conquista en diciembre del Mundial de Clubes en Marruecos, pero los siguientes seis meses, con el Real Madrid sin títulos, terminaron mostrando la puerta de salida al técnico italiano.

Con su llegada al Bayern habrá entrenado en las cinco grandes ligas del 'Viejo Continente'. Una prueba más de que su carrera es una de las más brillantes del panorama actual.

bur-pr/dr

Mostrar comentarios