Celta 2-2 Barcelona: Sin Xavi y sin Iniesta el Barça (casi) pierde la cabeza

    • El primero fue baja y el segundo jugó los últimos veinticinco minutos.
    • La aparición del manchego le dio más fluidez a un Barcelona al que le costó más de lo habitual llegar a la portería rival.

'Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza'. Eso es lo que se afirma en un capítulo de la afamada y sempiterna serie de Los Simpsons y que podemos aplicar, de manera análoga, al fútbol del Barcelona, especialmente cuando acepta un partido loco, sin control. Basta con sustituir las palabras 'tele' y 'cerveza' por Xavi e Iniesta y el nombre de Homer por el del Fútbol club Barcelona.

Y es que Roura no contó con ninguno de sus dos creadores de juego de inicio en el partido de Balaídos ante el Celta. La batuta del equipo recayó en Cesc y en Thiago, aclamado en Vigo por su estrecha relación con la ciudad gallega. Ninguno de los dos pudo emular a sus compañeros.

De hecho, la ausencia de los dos campeones del mundo se notó enseguida: el Barcelona tardó media hora en disparar a puerta. Durante la primera media hora sólo las aperturas a banda creaban peligro gracias a un inspirado Tello y a un rápido Dani Alves. Fue así como llegó el gol del Barcelona: Messi abrió para Tello y éste cruzó el balón evitando que Varas pudiera evitar que el canterano neutralizara el tanto inicial de Insa, anotado minutos antes.

El paso por vestuarios pareció relajar a un Celta orgulloso de su buena labor de la primera mitad. Esa relajación, que habitualmente el Barcelona aprovechaba para golear, esta vez no pudo transformarla en goles. Tan sólo Messi desde el centro y Tello desde la banda percutían la defensa gallega, aunque el esférico seguía sin moverse con tanta velocidad como es habitual.

Llega Iniesta

Tras una hora de juego, Roura decidió que era hora de volver a apostar por los maestros. Era el momento de Iniesta. El manchego entró para intentar darle al Barcelona ese espíritu y ese control que tanto éxitos le ha dado al conjunto catalán.

La influencia de Iniesta poco tardó en hacerse efectiva ante un Celta que pareció amilanarse con la llegada del mejor asistente de la liga. El mediocentro azulgrana no hizo nada especial, pero lo hizo todo bien. El gol del 1-2 no salió de sus botas, pero sí gran parte del resto de jugadas del líder de la liga. Fue Messi el goleador, y ya van 19 jornadas seguidas anotando.

Sólo hubo cinco minutos en los que Iniesta no entró en juego, los cinco minutos finales, cuando el Celta convirtió el partido en un ida y vuelta. El Barcelona entó al juego y, sin que sirva de precedente, lo acabó pagando. La locura vivida sobre el césped -con el balón corriendo de un área a la otra- se contagió a las gradas de Balaídos cuando Oubiña enviaba a la red un cabezazo tras centro de Orellana.

Esta vez ni siquiera el marcador final era capaz de disimular la ausencia de Xavi e Iniesta. El primero ni se vistió de corto; el segundo apareció tarde y su equipo se olvidó de él cuando más le necesitaba. Desde luego, cuando ambos fallan, el Barcelona se vuelve loco.

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