Fútbol de mucho quilates y golazos de ensueño, con esa mezcla la Real Sociedad solo podía ganar en Lyon. Los hombres de Arrasate mostraron una gran superioridad sobre su rival a pesar tener menos experiencia que un equipo acostumbrado a competir en Champions.
Se esperaba una salida mucho más agresiva del Olympique de Lyon, por eso de jugar en casa el partido de ida, pero no fue así. La Real comenzó cómoda en el Estadio Gerland y fue dominando el esférico con el paso de los minutos.
El trabajo oscuro de Markel Bergara, ese que no se ve, pero que el entrenador y sus compañeros agradecen infinitamente, era el inicio del fin del juego francés, que se atascaban una y otra vez a 30 metros de la portería de Claudio Bravo, muy seguro en los centros que tenía que atrapar.
Solo faltaba que los hombres de ataque realistas se asentaran y cogieran confianza. Era cuestión de tiempo, porque calidad les sobra. Llegaron las primera conexiones de los 'bajitos' y los defensas del Lyon comenzaron a temer y retrasaron unos metros. La primera ocasión fue de Vela, que tras una rápida conexión entre Xabi Prieto y Seferovic, estrelló el balón en la madera.
En una de éstas, Zurutuza vio el desmarque de Vela, al que metió un pase preciso y precioso con el exterior de la bota, el mexicano llegó a la linea de fondo levantó la cabeza, observó la llegada de Griezmman, puso el balón y el francés remató con una media chilena perfecta que terminó pegada al palo. Golazo de Champions.
Los franceses quedaron tocados y Griezmann pudo hacer el segundo al contraataque, pero Lopes evitó el gol. Iba a ser la última, porque el Lyon despertó a falta de 15 minutos para el final de la primera mitad, en los que demostró su mejor fútbol en el partido.
Aparecieron Gourcoff y Lazazette, pero con más corazón que cabeza para terminar con todos sus ataque en las manos de Claudio Bravo.
El partido llegaba al descanso con la mitad del trabajo hecho para la Real. Quedaba confirmarlo y los 'txuri-urdin' no iban a tardar mucho en hacerlo. Seferovic enganchó un balón botando desde unos 30 metros y el balón superó a Lopes. Tremendo golazo.
Comenzaron los cambios. Era el momento de que debutara Granero, que estuvo muy generoso en el esfuerzo defensivo, aunque no apareció demasiado en el ataque. La profundidad en el banquillo de Arrasate es tremenda, también jugaron Castro y Rubén Pardo. Pero no todo iba a ser un paseo en Gerland.
Llegó el arreón final de los franceses, que arrancó con un cabezazo al largero de Gonalons. El Lyon sin demasiadas ideas ofensivas colgaba balones laterales y conseguía córners, donde Bravo sufre más que en ninguna otra faceta del juego.
Para resarcirse, el portero chileno sacó un mano a mano a Lopes, lateral derecho del Lyon que fue uno de los más activos en el ataque francés. Gerland finalmente quedó en silencio cuando Xabi Prieto se colaba en el área y Bisevic le trabó, segunda amarilla, roja y al vestuario antes de tiempo.
Al Lyon, desquiciado, solo le quedaba correr detrás del balón y esperar el pitido final para no recibir el tercero. La Real tocaba y tocaba, demostrando galones y con la seguridad de que ya tiene más de un pie y medio la Champions League.
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