Chela, ante su segunda juventud y su gran oportunidad

  • Siempre a la sombra del talento que en las últimas décadas ha generado el tenis argentino, Juan Ignacio Chela ha tirado de tesón para mantener el tipo entre la elite de la raqueta y llegar a tiempo a otra de las citas más importantes de la historia deportiva de su país, la final de Copa Davis.

Santiago Aparicio

Sevilla, 30 nov.- Siempre a la sombra del talento que en las últimas décadas ha generado el tenis argentino, Juan Ignacio Chela ha tirado de tesón para mantener el tipo entre la elite de la raqueta y llegar a tiempo a otra de las citas más importantes de la historia deportiva de su país, la final de Copa Davis.

Este bonaerense de 32 años afrontará en el estadio Olímpico de La Cartuja su segundo asalto hacia la Ensaladera, asignatura pendiente de este deporte en Argentina.

Juan Ignacio Chela formó parte del equipo que perdió con Rusia en Moscú en el 2006. Entonces fue la segunda final de la historia del tenis argentino. Chela perdió el primer punto ante Nicolay Davydenko. El entonces capitán, Alberto Mancini, le apartó después de aquella derrota. Recurrió a José Acasuso para disputar el último punto ante Marat Safin. No hubo éxito.

El tenista de Buenos Aires padeció épocas de sequía. Desapareció de las convocatorias argentinas. No estuvo, de hecho, en la final de Mar del Plata, cuando España superó a domicilio al conjunto albiazul en otra de las grandes decepciones del tenis sudamericano.

Al margen de las condiciones de compatriotas como David Nalbandian, Juan Martín del Potro, o anteriores como Guillermo Coria, Guillermo Cañas o Gastón Gaudio entre otros, Chela ha ganado su peso competitivo y su valor como jugador gracias a su tesón, competitividad y compromiso.

Recuperado para la causa por el seleccionador actual Tito Vázquez, Chela ha llegado a tiempo a la cita sevillana después de acomodarse otra vez entre los treinta mejores jugadores del mundo y de consolidarse como un especialista en la superficie de arcilla.

El bonaerense comenzó a jugar a los seis años con su hermana mayor Eugenia. Pero tampoco sobresalió como júnior, donde su triunfo más llamativo fue el campeonato latinoamericano de la categoría.

Llegó a ser el 15 del mundo en agosto del 2007 pero un año después, en mayo del 2008, cayó más allá del puesto 200 de la clasificación que fija la ATP, a causa de una hernia discal.

La Copa Davis será el éxito más importante en la carrera de Chela con claridad. El bonaerense acumula seis éxitos en su trayectoria. Pero ninguno de renombre. Se estrenó en México en el 2000. Dos años después ganó el de Amersfoort. En el 2004 en Estoril y en el 2007 en Acapulco. El pasado curso fue el más fructífero de su carrera. Conquistó Bucarest y Houston. En el 2011 ha sido finalista en Buenos Aires.

De las doce finales que ha jugado en su trayectoria once han sido sobre tierra batida. Solo en el 2002, en Sydney, disputó un título sobre cemento, que perdió ante el suizo Roger Federer. Es su gran valor en la Copa Davis.

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