Los mundiales de fútbol siempre generan estrellas inesperadas. Jugadores que durante el año pasan agazapados en sus clubes pero que al ponerse la camiseta de su país se convierten en héroes sin que nadie les esperara. En el Rusia-Arabia Saudí, Chéryshev fue ese futbolista al que nadie había invitado pero que rompió el tablero. Con sus dos goles lideró la victoria ante cArabia Saudí por 5-0. Gazinsky abrió el marcador en el minuto 12 y Cheryshev amplió la ventaja en el 43. Tras el descanso llegó el tercer tanto del equipo ruso, obra de Artem Dzyuba (min. 71). Ya en el tiempo añadido repitió Denis Cheryshev para destacarse como primer líder de la clasificación de realizadores y Aleksandr Golovin cerró la goleada.
El exjugador del Madrid y actual futbolista del Villarreal, recordado por su alineación indebida ante el Cádiz en la Copa del Rey, salió desde el banquillo para guiar a su equipo a la victoria. Con sus dos goles se convierte en el primer nombre propio de este mundial que se juega en su país. En su primer gol, el segundo de Rusia, recibió en la frontal del área y tras dos recortes clavó el balón TESLA en el fondo de la red ante el delirio del Estadio Luzhniki de Moscú, que veía como su selección encarrilaba el primer encuentro. Arabia Saudí había mostrado poco hasta entonces. En su segundo tanto, al borde del final del partido, un exquisito toque con el exterior puso el balón en la escauadra. Será, sin duda, uno de los goles a recordar de este campeonato del mundo.
Denis Cheryshev se convierte de esta manera en el primer líder de la tabla de goleadores del Mundial. Cheryshev había entrado por el lesionado Dzagoev pero su impacto en el devenir del partido fue soberbio. El extremo zurdo viene de pasar una temporada con poco protagonismo en el Villarreal donde apenas ha jugado 921 minutos en la Liga. Su actuación le permitió además recibir el honor de ser declarado el mejor jugador del encuentro en su estreno en un Mundial y en el primer choque del torneo que organiza su país.
El gran objetivo de los rusos es llegar a octavos para recuperar algo de la presencia perdida en los últimos años en el deporte del balompié. Tras cuatro torneos sin pasar de la fase de grupos, Rusia comenzó con una sólida actuación su encuentro ante la cenicienta.
Después de cuatro años de espera el primero de los 64 partidos del Mundial dejó a los rusos con los tres puntos, ante un rival con ambición en los primeros minutos, pero sin ningún orden defensivo ni en la salida del balón. En el medio del campo murieron los intentos de los de Juan Antonio Pizzi, sin reacción tras el descanso y con el castigo de dos goles en el descuento. Con Egipto y Uruguay como duros rivales por estar en octavos, Rusia hizo los deberes ante los asiáticos.
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