Collina apuesta por las ayudas tecnológicas a los árbitros

  • Pierlugi Collina, quizá uno de los árbitros máspopulares de la historia del fútbol, quiere la moviola en los campospara ayudar a los colegiados en las jugadas dudosas.
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Collina, que se retiró del arbitraje en 2005 después de 28 años de actividad, opina que es "indispensable" echar una mano a los jueces de los partidos con la inclusión del vídeo, una alternativa rechazada por los responsables del fútbol mundial.

"No podemos seguir así: los árbitros salen al terreno de juego sabiendo que el partido será escrutado para buscar sus eventuales errores", dice Collina en unas declaraciones a "La Gazzetta dello Sport".

El debate sobre las innovaciones en el campo del arbitraje se reavivó después de la mano de Thierry Henry que facilitó el gol del pase de Francia a Sudáfrica 2010, en el partido de vuelta de la repesca con Irlanda.

El presidente de la UEFA, el francés Michel Platini, sostiene que la solución está en la presencia de dos árbitros más en el campo, un experimento que se está haciendo esta temporada en la Liga Europa y que consiste en la colocación de dos colegiados detrás de las porterías.

"Es importante que haya dos árbitros adicionales con posición distinta a la del árbitro central, que tomará las decisiones", dice Platini.

Platini cree que ésta es "la mejor forma humana sin tecnología" para evitar las injusticias que se pueden ver en el fútbol.

Aunque considera que el arbitraje en su forma actual "ha muerto", el máximo mandatario del fútbol europeo coincide con el presidente de la FIFA, Jospeh Blatter, en rechazar la utilización del vídeo porque este deporte debe mantener el "aspecto humano" que ha cimentado su popularidad.

También argumentan que es importante que el juego se desarrolle "naturalmente"y se eviten las numerosas pausas a que obligaría la moviola en el campo para verificar las jugadas dudosas.

Collina, que dirigió 240 partidos en Primera y 109 internacionales, no comparte estas opiniones y defiende el empleo del vídeo para atajar la injusticia que supone que un árbitro vea su carrera arruinada por un error.

"Después de años de sacrificio, un error cancela todo. A veces hay repercusiones en la vida privada, con amenazas y otras cosas. Y todo por no haber pitado un episodio que la televisión ha mostrado desde 20 ángulos distintos", añade.

Ha ocurrido con el tramposo gol de Francia. La mano de Henry ha sido, sin duda, la imagen televisiva más repetida de la fase de clasificación para Sudáfrica. El árbitro sueco Martin Hansson quedó expuesto a las críticas. ¿Le hubiera salvado la moviola?.

Es una pregunta sin respuesta y que, echando la vista atrás, sirve para rememorar jugadas parecidas, como la más famosa de todas, la "mano de Dios" de Diego Armando Maradona con la que anotó el primer gol de la victoria por 2-1 sobre Inglaterra en los cuartos de final de México 1986.

El juez de línea se quedó parado y el árbitro, el inexperto tunecino Ali Ben Naceur, concedió el gol. Maradona terminó ganando el Mundial, un éxito que a lo mejor no hubiera logrado con el vídeo en el campo para comprobar el golpeo del balón con la mano izquierda del "Pelusa".

La moviola también hubiera demostrado que el gol que marcó Fernando Morientes de cabeza en la prórroga en el España-Corea del Sur era perfectamente válido porque la decisión del árbitro, el egipcio Gamal Ghandour, de anularlo había sido el error más grave del Mundial de 2002.

El linier, el trinitense Michael Ragoonath, levantó el banderín decretando que la pelota que había centrado Joaquín para el remate de Morientes había superado la línea de fondo. No hace falta añadir que la grabación televisiva ratificó sin ningún género de dudas que la pelota nunca traspasó la línea de fondo.

España quedó eliminada en la tanda de penaltis después de que el partido finalizase con empate a cero. Joaquín pasó de héroe frustrado a villano al fallar el penalti decisivo, en el que Ghandhour tampoco sancionó que el portero Lee Woon-Jae se adelantó claramente de su línea de meta.

"La Roja" guarda en su historia mundialista un episodio que también hubiera aclarado la tecnología. Fue en México 1986 en el partido de la fase de grupos ante Brasil.

En el minuto 54, un disparo de Michel pegó en el interior del travesaño de la portería de Carlos y traspasó la línea de gol. Un claro tanto menos para el árbitro, el australiano Bambridge. Ocho minutos después, Sócrates firmó el 1-0 definitivo.

En la historia de los errores arbitrales, la mano de Henry ha encontrado un destacado hueco, al lado del árbitro que no se enteró.

Collina, que dirigió la final del Mundial de 2002, cree que la brecha tecnológica perjudica a los árbitros, ya que son los únicos que tienen que juzgar con los ojos mientras los demás valoran sus decisiones con instrumentos cada vez más perfectos.

El debate está más abierto que nunca, pese a que la FIFA optó en diciembre por aplazar los eventuales avances -los árbitros de gol y la alta tecnología- porque el fútbol, dijo Blatter, es un deporte "en el que importa la espontaneidad". Y la polémica, podría haber añadido.

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