Copa del Rey: El Atlético resucita al 'queso mecánico'

Hace años que la Copa del Rey abandonó el formato a partido único para favorecer a la oligarquía de los clubes más poderosos. Pero sigue teniendo la virtud mágica de igualar las fuerzas de los contendientes. Dos categorías separan al Atlético de Madrid del Albacete, pero ese desequilibrio no se notó en el Carlos Belmonte. El 'queso mecánico', al que dio forma Benito Floro en los años noventa, regresó para martirizar a un equipo que vive en crisis permanente.

Gregorio Manzano declaraba públicamente esta semana la importancia de esta competición para el cuadro rojiblanco, toda vez que en la Liga Real Madrid y Barcelona monopolizan los dos primeros puestos de la clasificación. Por lo visto en el terreno de juego, el Albacete ganó en motivación al once inicial, mezcla de titulares y no habituales, del entrenador andaluz. Las imprecisiones y la falta de un criterio de juego claro fueron las señas de identidad del Atlético.

Poco papel para el medio del campo –Assunçao, Koke y Juanfran- y una defensa temblorosa. Algo comprensible en el caso de Javi Manquillo, un juvenil de 17 años que debutaba con el primer equipo, no así en el de Pulido, Domínguez y Antonio López, más experimentados pero incapaces de frenar las combinaciones entre Víctor Curto y Calle, que forzó la expulsión del segundo capitán rojiblanco tras el descanso.

El Albacete puso sobre el campo ilusión y bravura, la justa para compensar la teórica diferencia de fútbol entre un equipo de Primera y otro de Segunda División "B". Desde los delanteros a la defensa, nadie tenía miedo de tirarse al césped y rebañar los pases de un rival que solo carburó al contragope –así llegó el tardío gol de Adrián, que minutos antes había tirado un penalti a las nubes- y en los minutos que mediaron entre la expulsión del capitán manchego Núñez y la de Domínguez. Hay vida para la vuelta en el Calderón, pero la actuación es imborrable.

Juanfran y Salvio se apagaron tras el descanso, Adrián no recibía balones y el equipo se quejaba al árbitro del penalti que dio lugar al uno a cero y de la roja a Domínguez de la que nació el segundo gol de los de Antonio Gómez, una falta impecable de Zurdo. Al Atlético de Madrid se le sigue atragantando el blanco. Aunque en el Albacete no juegan Ronaldos ni Casillas y su camiseta no la patrocina una casa de apuestas, sino Andrés Iniesta, nuevo máximo accionista del club.