Cristiano Ronaldo cumple diez años en la selección lusa convertido en un mito

  • Tal día como hoy Cristiano Ronaldo se estrenaba, recién cumplida la mayoría de edad, al servicio de la selección de su país, en el que una década después se ha convertido en poco menos que un mito a la altura de Luís Figo y Eusébio.

Óscar Tomasi

Lisboa, 20 ago.- Tal día como hoy Cristiano Ronaldo se estrenaba, recién cumplida la mayoría de edad, al servicio de la selección de su país, en el que una década después se ha convertido en poco menos que un mito a la altura de Luís Figo y Eusébio.

Diez años le han bastado al delantero portugués para alcanzar el estatus de leyenda con la camiseta de las "quinas", donde lleva camino de romper todos los registros y erigirse en el mejor jugador del combinado nacional luso de la historia.

El hoy extremo del Real Madrid es el tercer futbolista con más partidos como internacional por Portugal (105) y su tercer máximo goleador (con 40 tantos), aunque está a punto de ascender a la segunda posición en ambas categorías.

Está a siete goles de cazar a Pauleta y a apenas a uno de igualar a Eusébio. Para alcanzar en partidos a Figo le restan 22 encuentros y solo cinco para hacer lo propio con Fernando Couto.

Programas de radio y televisión así como las portada de varios periódicos se hacen eco hoy en su país de esta efeméride, reflejo de su condición de estrella absoluta de la selección, de la que al mismo tiempo es capitán.

Un reconocimiento, sin embargo, que ha tardado en ganarse por su rendimiento menos brillante que en sus clubes -como el argentino Messi con su selección- y por algunos episodios de "mal perder" que pusieron en entredicho su capacidad de liderazgo, como sucedió en el Mundial del 2010 cuando claudicó en octavos de final ante España.

Cristiano Ronaldo (Funchal, 1985) debutó sin excesivo brillo en un amistoso frente a la débil Kazajistán (1-0) celebrado en Chaves (al norte de Portugal) en el que disputó toda la segunda mitad. Había sustituido al ya legendario Figo.

Pese a su discreto estreno, enseñó al brasileño Luis Felipe Scolari algunas de sus habilidades como extremo y dio pruebas de contar con una velocidad endiablada y una técnica depurada.

Los medios lusos emitieron hoy imágenes del encuentro, en el que Cristiano Ronaldo (con el dorsal 16 a la espalda) apenas despuntó en una jugada individual por la banda derecha en la que dejó atrás a dos contrarios y disparó a puerta, aunque su lanzamiento lo despejó a córner el portero.

Una semana antes de ser convocado, Ronaldo fue transferido del Sporting de Lisboa al Manchester United por 17,5 millones de euros cuando apenas había disputado una docena de partidos como titular con los "leones".

Por aquel entonces era notablemente más delgado y menos musculoso. Sus características físicas también implicaban una forma de juego diferente, con el regate y la velocidad punta como recursos favoritos para superar a sus rivales, pero con menos potencia y precisión en el disparo que ahora.

"Hace unos años preveíamos un gran talento, pero tal vez no imaginábamos que llegase a ser lo que es ahora y representase tanto para los clubes en los que jugó y para la selección de Portugal", reconoció hace meses el hoy técnico del combinado nacional luso, Paulo Bento.

El futbolista volvió a ser llamado por Scolari poco después de su debut para un amistoso contra Albania en el que ya fue titular, pero la presencia de Luís Figo, Rui Costa e incluso Simao Sabrosa lo llevó al banco de los suplentes.

Acabó por hacerse con un sitio en el once -que desde entonces no ha abandonado- en la Eurocopa de 2004 disputada en Portugal, cuando fue considerado una de las principales revelaciones del campeonato.

En su memoria quedó grabada la derrota en la final frente a Grecia, una espina que todavía no ha podido quitarse debido a la sequía de títulos con su selección, con la que ha participado en tres Eurocopas y dos mundiales, aunque sin fortuna.

Que Cristiano Ronaldo pulverizará todos los récords alcanzados hasta ahora en la selección lusa no se discute en Portugal, aunque sí existe cierto debate sobre si alcanzará la condición de mejor jugador de la historia, que ahora recae en el legendario Eusebio.

El delantero de origen mozambiqueño, que brilló sobre todo en el Benfica durante la década de los 60, es el segundo máximo goleador de las "quinas" con 41 tantos, aunque apenas precisó de 64 partidos para conseguirlo, lo que arroja una media muy superior a la de Ronaldo.

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