Cruyff garantiza fútbol atractivo con la selección catalana

La presentación de Johan Cruyff como nuevo preparador de Cataluña ha constituido todo un acontecimiento social en Barcelona, donde casi un centenar de representantes de los medios de comunicación se han dado cita en el Palau de Congresos de Cataluña en la Ciudad Condal en la primera parte del acto.

En la segunda escenificación, ya dentro del auditorio del Palau de Congresos, representantes de la política, como el presidente del Parlamento de Cataluña, Ernest Benach, así como de los estamentos deportivos, como el presidente del Barcelona, Joan Laporta, el del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, o el de la propia Federación Catalana, Jordi Casals, han acompañado un acto cargado de simbolismo.

Así, cerca de un millar de personas han asistido a la presentación de Johan Cruyff, aunque su principal tarea, la de seleccionador, tiene aún el reto más difícil por concretar.

Uno de los primeros será cerrar el primer partido, después de las negativas de algunas selecciones, entre ellas la holandesa, debido a que el sindicato de futbolistas de ese país no ha transigido en aceptar que sus asociados se salten las vacaciones de Navidad.

Trece años después

Hace trece años que Johan Cruyff abandonó el Barça y desde entonces no ha vuelto a los banquillos, aunque en este nuevo proyecto con la Federación Catalana de Fútbol (FCF), el holandés tampoco deberá implicarse excesivamente.

Según ha explicado Cruyff, su labor, inicialmente, estará vinculada a los partidos amistosos que pueda programar y a la confección de la lista de convocados, tarea para la cual contará con un ayudante, cuyo nombre no se ha desvelado.

En la concurrida sala de prensa, Johan Cruyff se ha mostrado mucho más entusiasmado con el proyecto social, que arrancará del acuerdo con la Catalana, que por el hecho de volver al banquillo.

Así, el directivo responsable de la parcela deportiva en la Catalana, Xavi Torres, ha explicado los acuerdos alcanzado con Cruyff, su Fundación y su Universidad, y ha negado con rotundidad que el nuevo preparador de la Catalana vaya a percibir ni un solo euro como compensación económica.

"No he tenido problemas de ofertas y hasta ahora he dicho que no. Llevo 13 años sin entrenar. ¿Cuánto podría haber ganado de media en este tiempo? ¿Seis millones por año? Y me llaman pesetero...", respondió con ironía Cruyff cuando se le insistió acerca del acuerdo que había suscrito con la Catalana.

De hecho Cruyff fue sondeado hace pocos años por el propio Barcelona para volver a los banquillos, bajo el mandado de Joan Laporta, pero la mujer del holandés se negó en redondo, hecho que en esta ocasión no ha sucedido, como así ha subrayado el nuevo seleccionador, quien cuando era técnico del Barça sufrió un ataque de corazón.

Mucho más que entrenador

Una de las controversias que ha generado la contratación de Cruyff ha sido la incapacidad que ha mostrado Cruyff en los 35 años que lleva viendo en Cataluña para expresarse en catalán, circunstancia a la que el técnico no le dio importancia. Al respecto, Cruyff recordó que él es originario de Holanda, un país "muy pequeño, y no pretendo que todo el mundo aprenda holandés".

Ironizó cuando se refirió a que habla muchas lenguas sin mucho rigor, incluido el holandés, y que no pretendía "violar el catalán". Cuando se le insistió en este aspecto, Cruyff apuntó que el proyecto social que se ha suscrito entre su Fundación y Universidad con la FCF "da lo mismo que lo expliques en catalán que en castellano".

Cruyff lanzó balones fuera cuando se le preguntó si se implicaría activamente en ayudar a la Catalana a lograr su oficialidad y subrayó que esta cuestión es competencia de los políticos, y aunque reconoció que su relación de Michel Planiti, presidente de la UEFA, es excelente, le liberó de trasladarle al francés la cuestión catalana.

"Quien más gana en este acuerdo son los niños catalanes. He tenido mucha suerte en la vida y ahora trabajo para los niños. Las cosas con bastante más sencillas", añadió Cruyff, satisfecho por el acuerdo y convencido de que los catalanes "estamos muy orgullosos de estar aquí".