¿Cuáles son las aficiones más peligrosas del mundo del fútbol?

  • Violentos, salvajes y estructurados, en algunas ocasiones, funcionan como auténticas organizaciones delictivas.
Los grupos ultras son comunes en el fútbol
Los grupos ultras son comunes en el fútbol

El fútbol es el deporte que más aficionados atrae en todo el mundo. Pero desgraciadamente algunos utilizan este espectáculo como un justificante de la violencia. Este jueves, un ertzaina ha muerto en el Hospital de Basurto tras sufrir un infarto durante los enfrentamientos que se han producido cerca del estadio de San Mamés, antes del partido de la Liga Europa que enfrentaba al Athletic de Bilbao y el Spartak de Moscú, según han informado a Efe fuentes policiales. El fallecido, de 50 años, era natural de Ermua (Bizkaia).

Violentos, salvajes y estructurados, en algunas ocasiones, funcionan como auténticas organizaciones delictivas (con rangos jerárquicos, logística y tentáculos vinculados a la política y a la diligencia de los clubes) existen numerosos grupos 'camuflados' dentro de las aficiones europeas que siembran de sangre y pánico los campos de fútbol del Viejo Continente.

Los ultras griegos, foco permanente de tensión

Panathinaikos, Olympiakos y AEK Atenas son los equipos más populares de Grecia, pero es imposible no asociarlos a la violencia que suele anidar en las gradas de sus estadios. El lanzamiento de bengalas como objetos dirigidos para hacer daño a jugadores rivales, los destrozos de asientos y las reyertas con palos y piedras (incluso dentro de los campos) son moneda corriente.

También los ultras griegos utilizan una modalidad de vez en cuando que causa estupor: suelen ingresar por la fuerza al césped para agredir físicamente a los protagonistas del espectáculo. Los violentos del AEK Atenas casi provocaron que sancionaran a su club con bajar a Segunda división, cuando en mitad de un partido en el que su equipo iba perdiendo, saltaron al terreno de juego con palos para dar una paliza a sus jugadores y a su entrenador. Los ultras del PAOK de Salónica (otro de los equipos populares) también son autores y cómplices de varios enfrentamientos por toda Europa.

Los turcos encienden la llama de una olla a presión

Los aficionados turcos son reconocidos, a nivel mundial, de los más pasionales en cuanto a fútbol se refiere. Pero esa entrega tiene algunas 'disfunciones' respecto a peligrosidad de algunos de sus hinchas. El Galatasaray y el Fenerbahçe son, históricamente, los dos equipos más grandes del país. Tienen consolidados grupos ultras en sus tribunas. Los primeros llegaron a ser noticia por atacar con navajas a los hinchas del Borussia Dortmund durante un partido de Champions League.

También se enfrentaron en más de una ocasión a la Policía Nacional en los aledaños del Santiago Bernabéu. Los Fenerbahce ostentan un patético hito: quemaron su propio campo en 2010 cuando su equipo perdió el título de Liga y los jugadores tuvieron que salir escoltados por las fuerzas de seguridad, incluso amenazaron de muerte a sus propios dirigentes y a sus familiares.

Los tifosi en Italia, siempre en el podio del odio y del racismo

En pocos puntos de la Tierra el fútbol 'late' tanto como en el corazón de los italianos. En este contexto no todo es entrega, pasión y algarabía. La violencia, asociada n pocos lugares como en ese país a la xenofobia, el racismo y la radicalización de las ideas políticas, ha engendrado algunos de los episodios más luctuosos en la historia del deporte rey. En la Serie A los tifossi de la Roma y Lazio se erigen como los más violentos, sobre todo cuando se enfrentan entre sí en el denominado derbi romano, que tiene lugar en el Olímpico de Roma.

También son muy peligrosos los radicales del Nápoles, que en el 2014 ya consiguieron retrasar la disputa de la final de la Copa de Italia por los graves incidentes que protagonizaron estos junto a los de la Fiorentina. En la cima de las aficiones más violentas, destaca en el país trasalpino el bloque ultra del Catania: son conocidos por su violencia y se hacen notar especialmente en los derbis ante el Palermo, como el incidente que le costó la vida a un policía italiano cuando intentaba parar la pelea entre ambas aficiones.

Los rusos, integrantes de 'brigadas' sedientas de sangre

En los últimos años los aficionados rusos no protagonizaron grandes episodios violentos... hasta que llegó la Eurocopa 2016. Sus equipos tienen escasa relevancia ya que su principal liga de fútbol es bastante mediocre y los clubes no suelen participar de grandes competiciones europeas. Pero en mundiales y eurocopas, si Rusia se clasifica, sus aficionados suelen liarla. 

Para Europol, la organización y logística de los violentos rusos cuando salen 'de gira' por Europa es una de las más temibles. Los servicios de seguridad comparan a estos grupos con cuerpos de élite.

Las 'cenizas' de los Hooligans en Inglaterra

Durante casi un siglo la violencia en Europa fue sinónimo de Hooligans ingleses. El movimiento radical comenzó a principios de 1900, aunque la tendencia de sus hordas de jóvenes alcoholizados y drogados generando barbaries en los campos no llegó a su pico hasta la década de 1960. Fue entonces cuando multitud de adolescentes y jóvenes se reunieron entorno a los clubes de fútbol creando grupos de camaradería que se juntaban antes de los partidos para beber, animar y enfrentarse a las aficiones rivales. El capítulo más negro de este movimiento se escribió en 1985 en Heysel (Bruselas) durante la disputa de la final de la Liga de Campeones entre el Liverpool y la Juventus.

Los ultras violentos del conjunto inglés cargaron contra la afición italiana, lo que creo una gran avalancha que acabó con la vida de 39 personas. En los últimos veinte años Inglaterra ha conseguido frenar la violencia de estas aficiones, aunque es verdad que cuando cruzan fronteras y se instalan en otros países de Europa, representan siempre una alarma. Prueba de ello también es lo que ocurrió durante la última Eurocopa, donde hubo graves enfrentamientos entre ingleses y rusos. En la actualidad, los ultras del Millwall (Inglaterra) son los más violentos. En 2005, el equipo fue eliminado en la semifinales de la FA Cup a manos del Birmingham City e hicieron una batalla campal fuera del estadio. Casi medio centenar de agentes resultaron heridos y al día siguiente la zona quedó totalmente destrozada, con vehículos quemados y material urbano reventado.

Holanda, un foco de conflicto permanente

En Holanda, el equipo que posee a los ultras más violentos es el Feyenoord. Uno de sus últimos episodios repudiables tuvo lugar en 2014 en Roma, cuando los hooligans holandeses destrozaron literalmente la Plaza de España. El pasado año también fueron noticia por pelear contra los Biris Norte del Sevilla antes de un enfrentamiento de Europa League en Rotterdam. Por otra parte, los aficionados del Ajax no se quedan atrás. 

En la ciudad de Cracovia se concentran los dos grupos más radicales y violentos que pertenecen al Wisla Kraków y al Cracovia. El partido que enfrenta a ambos conjuntos cada año es conocido popularmente como la 'Guerra Santa' y se trata de unos los encuentros con más riesgo de violencia en toda Europa. Además de los enfrenamientos esporádicos que puedan surgir entre aficiones en los alrededores del estadio por un encuentro casual entre ambas, también existe lo que ellos llaman 'Ustwaka', que son batallas campales a las afueras de la ciudad y que son organizadas a través de quedadas en las redes sociales o por vía SMS.

La liga polaca es sin dudas una de las más violentas del mundo.

Allí tiene lugar un fuerte movimiento ultraderechista y neonazi que sigue creciendo en las gradas. Y en esta línea aflora la afición del Legia, de Varsovia, sin dudas la más conflictiva de todas. La pasada temporada los ultras provocaron una auténtica batalla campal en las cercanías del aeropuerto de Nápoles frente a aficionados violentos del equipo celeste. 

El foro especializado ‘Faszination Fankurve’ admite que los hooligans alemanes están, afortunadamente, de capa caída. Pero siguen existiendo ramificaciones temibles, como la del Bayer Leverkusen. También los radicales del Werder Bremen están entre los 'marcados' por las fuerzas de seguridad. Las imágenes de banderas ardiendo en las gradas y los tumultos registrados frente a los estadios o en las áreas de servicios al margen de las autopistas revelaron hasta hace pocos años que ir al fútbol en Alemania era una auténtica misión de riesgo. Por ahora, campañas preventivas de la Federación Alemana de Fútbol han logrado frenar esta tendencia, pero nadie puede cantar aún victoria.

Otros equipos con aficiones violentas

Green Monsters, del Ferencváros húngaro, es otro de los grupos que está incluido entre los más peligrosos de Europa. Sus integrantes son antisemitas y muy conocidos por golpear o apuñalar a los aficionados rivales siempre que pierde su equipo. Los 'Ultra Bad Boys' y Delije Sever del Estrella Roja de Belgrado, Serbia, asisten tanto a los partidos de fútbol como de baloncesto de su club. Recientemente, el partido de baloncesto contra el Galatasaray se saldó con un seguidor del equipo serbio muerto y varios heridos. En 2010, fueron sancionados por la UEFA tras pegarse con los aficionados del Slavia en su desplazamiento a Praga.

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