Cuatro años después del éxito, a puertas de la leyenda

  • Han pasado cuatro años desde que un 29 de junio de 2008 un gol de Fernando Torres a Alemania cambiase la historia de la selección española en la final de Viena. La Roja se instaló en el virtuosismo. Conquistó el Mundial 2010 y está a puertas de ser leyenda en la final de la Eurocopa 2012.

Roberto Morales

Kiev, 29 jun.- Han pasado cuatro años desde que un 29 de junio de 2008 un gol de Fernando Torres a Alemania cambiase la historia de la selección española en la final de Viena. La Roja se instaló en el virtuosismo. Conquistó el Mundial 2010 y está a puertas de ser leyenda en la final de la Eurocopa 2012.

Tres finales en cuatro años. Ya es una gesta que solo protagonizó Alemania en otros tiempos. Cuando el fútbol no era tan físico ni igualado. En el presente, España rompe con los moldes. Con un estilo definido y un carácter ganador de un grupo de futbolistas que mantienen la humildad como principal seña de identidad.

Los mensajes que cubrían las lonas que rodeaban el 'cuartel general' de Gniewino representan a cada uno de los 23 elegidos de Vicente Del Bosque: humildad, concentración, talento, esfuerzo. Han estado presentes en el camino a la gran final de Kiev, ante Italia, en un campeonato que ha respondido a lo esperado por los internacionales españoles.

Se sienten favoritos. El rival a batir. Y responden bien ante la presión. Sabían que sería más difícil que nunca. Añorando pero no acusando la ausencia del delantero que mejor se asocia al estilo del toque: David Villa. El 'Guaje' que lloraba y era consolado por sus compañeros en el descanso de la semifinal hace cuatro años. De nuevo estará fuera del terreno de juego en Kiev. Ésta vez en la grada, para 'colarse' en cuanto pueda con sus amigos y ser uno más en la familia que forma la selección.

Los internacionales que dan forma a la generación futbolística de mayor éxito de la historia de España, han crecido viviendo desilusiones. Los más veteranos -Iker Casillas, Xavi Hernández, Andrés Iniesta o Fernando Torres- protagonizando alguna. Son los que mejor saben la dificultad que tiene llegar donde se encuentran.

Tras derrumbar muros psicológicos hace justo cuatro años y explotar el gen ganador que todos habían mostrado en las categorías inferiores de la selección. Competir y superar la adversidad del inicio con mal resultado para acabar conquistando el Mundial en la prórroga ante Sudáfrica. Y estar ahora a dos días de un momento en el que España puede convertirse en leyenda si vence. Si pasa a ser la primera selección de la historia en extender su dominio con la triple corona.

El país se ha acostumbrado a ganar. Los jugadores también. Tuvo que ser de nuevo el sufrimiento, la moneda al aire que representa una tanda de penaltis -en semifinales ante Portugal-, la que de nuevo haya abierto los ojos de todos. España está haciendo historia. Y su sola presencia en la final de la Eurocopa 2012 ya es un éxito que celebrar.

Espera Italia. La selección que España pudo echar a la calle en la fase de grupos si hubiese acordado un empate con Croacia. Era imposible. Son cosas que se alejan de su seña de identidad. Máximo respeto a una selección con más estrellas en su camiseta. A un ejemplo del nivel competitivo por encima del momento de su país. A la vez, máxima confianza en el estilo de juego que les ha llevado a conquistar el mundo.

Pasan las horas en Kiev. Se acerca una nueva cita con la historia. Hoy gran parte del grupo que saboreó hace cuatro años el primer éxito en color de la selección, echó la vista atrás. Cuatro años después, con la mitad de la plantilla renovada, sobrevive un espíritu de unión y humildad que marcan los capitanes Iker Casillas y Xavi Hernández. Cuatro años después, se encuentran llamando a las puertas de la leyenda.

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