De la Rosa: "no me veo sin un volante entre las manos"

  • El español Pedro de la Rosa, piloto del equipo HRT en el Mundial de Fórmula uno recién finalizado con la victoria del alemán Sebastián Vettel (Red Bull), asegura que no se ve "sin un volante entre las manos", ahora que la escudería de origen español ha causado baja para la temporada 2013.

Madrid, 4 nov.- El español Pedro de la Rosa, piloto del equipo HRT en el Mundial de Fórmula uno recién finalizado con la victoria del alemán Sebastián Vettel (Red Bull), asegura que no se ve "sin un volante entre las manos", ahora que la escudería de origen español ha causado baja para la temporada 2013.

Después de 14 años en la Fórmula uno, en los que ha pilotado para McLaren, Sauber y HRT, De la Rosa puede haber dicho adiós al circuito en el GP de Brasil. La página oficial del Mundial le ha homenajeado con una entrevista sobre sus gustos personales.

Lo que más le desvela es el incumplimiento de los compromisos. "Aparte del jetlag", aclara, "lo que me impide dormir a veces es cuando la gente incumple lo pactado y encima pretenden convencerte de que nunca dijeron eso".

"Mi padre me enseñó que cuando estreches la mano tienes que hacerlo con fuerza, vigorosamente y mirando a los ojos. No hay un solo saludo en el que no piense en esto", explicó.

Con respecto a lo que hará con su vida si no vuelve a la Fórmula uno, afirmó: "No estoy seguro. Me gustaría tener más tiempo para mi familia, viajar menos, leer más, tal vez acabar mis estudios universitarios. La verdad es que no me veo sin un volante entre las manos".

Para el piloto español, "más importante que ganar es sentir que eres el más rápido, con independencia de la categoría o del coche".

De la Rosa cree que el perro es el animal que mejor refleja su personalidad, su olor preferido es el del combustible quemado de un motor de dos tiempos y el lubricante no sintético; asegura que gastaría su último euro en caramelos para sus hijas y que su comida preferida es "una buena paella española cerca de la playa".

Cuando regresa a casa, lo primero que hace es deshacer la maleta. "Necesito desempaquetarlo todo, aunque llegue muy tarde. Sólo cuando lo he hecho puedo dormir y pensar en el día siguiente".

Se considera "una persona muy afortunada" porque a su juicio hay varios momentos felices cada día. "Como decía un amigo mío, el momento más feliz del día es cuando miro al espejo de mi coche y veo a mis hijas mirándome".

Si tuviera que permanecer para siempre en un lugar, De la Rosa elegiría su ciudad natal, Barcelona: "Grandes sitios, el mar, las montañas, la gente y, claro, el sol...".

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