Deficiencias en lucha policial contra hinchas violentos meses antes Eurocopa

Varsovia, 3 abr.- La policía polaca carece de información actualizada de los hinchas radicales con el acceso prohibido a los campos de fútbol y de los "hooligans" extranjeros más violentos, reconoce un informe del Gobierno de Polonia, lo que puede hacer peligrar la seguridad durante la próxima Eurocopa de 2012.

El documento también lamenta la falta de agilidad de los tribunales polacos en la gestión de las órdenes que prohíben la entrada a recintos deportivos a los aficionados más conflictivos, lo que finalmente permite que puedan acceder a pesar de haber sido sancionados por los agentes.

Las conclusiones de este informe, del que hoy informa la cadena de televisión TVN24, puede comprometer la seguridad durante los partidos de la Eurocopa de Polonia y Ucrania, que arrancará el próximo 8 de junio en Varsovia.

A pesar de todo el Ejecutivo polaco ha asegurado en reiteradas ocasiones que no tolerará la violencia en las gradas de los estadios de fútbol, algo que tristemente es demasiado habitual en el país centroeuropeo y que inquieta a la UEFA.

La policía estima que en Polonia, con una población de alrededor de 38 millones de habitantes, existen unos 5.000 "hooligans" especialmente violentos.

Estos vándalos deportivos han protagonizado terribles enfrentamientos con la policía, como los que empañaron la pasada final de la Copa Polaca, cuando cientos de hinchas protagonizaron una batalla campal sobre el césped del terreno de juego.

Además de intensificar la lucha policial contra el "hooliganismo", cuya efectividad cuestiona ahora este informe, el Gobierno ha decidido continuar su batalla en las escuelas polacas, donde los estudiantes son aleccionados por agentes locales de los peligros que entrañan las conductas violentas en los recintos deportivos.

A los jóvenes se les proyecta el cortometraje 'Fan', que muestra la historia de Tomek, un escolar y aficionado al fútbol que se ve arrastrado a un auténtico drama personal y familiar cuando se une a un grupo de aficionados radicales.