Denia Caballero, la discóbola que empezó lanzando piedras

  • Cuando a Denia Caballero le ordenaban lanzar piedras en los entrenamientos, siendo adolescente, se lo tomaba como un castigo, pero ese rudimentario sistema de preparación supuso el primer paso hacia el título mundial de lanzamiento de disco.

Caballero entrenaba entonces para el heptatlón y ante su bajo rendimiento en las pruebas de resistencia, los entrenadores la apartaban a menudo del grupo para que se centrara únicamente en los lanzamientos.

"Decían que lo que tenía que hacer era dedicarme a lanzar y me ponían a lanzar piedras. Eso fue lo que marcó mi rumbo en el atletismo", recuerda.

De las piedras pasó a la jabalina y de ahí al disco, la disciplina que practica de manera intensiva desde los quince años y hacia donde ha dirigido toda su fuerza, llegando a liderar el ránking anual del disco antes del Mundial y confirmando este martes en Pekín que es la mejor del momento en su prueba.

En su día a día, fuera de los estadios y de los entrenamientos, se esfuerza por ser "una joven más" de 25 años.

Le gusta sobre todo la música, Rihanna, y el cine, especialmente el de terror y el de vampiros. En libros las sagas multiventas de Harry Potter y El Señor de los Anillos cuentan en ella a otra fan entregada.

"Me esfuerzo por hacer las cosas que hace cualquiera de mi edad. No soy diferente al resto, simplemente me dedico al atletismo, pero fuera de eso mi vida es como la de cualquiera", explica.

Una vida similar a la de cualquiera de su edad salvo por el hecho de que desde muy joven está acostumbrada a viajar y a pasar tiempo lejos de su familia.

Por eso sufrió muchísimo cuando en los Juegos Panamericanos de Toronto del pasado mes, donde también se colgó la medalla de oro, se enteró tres días antes de la competencia que su abuela, con la que se crió en Villa Clara, había sufrido un infarto.

"En estos momentos quisiera estar en Cuba y no aquí, pero estaba haciendo lo que tenía que hacer. No lloraba por la tensión de la competencia, sino por mi abuelita. Sé que le pondrá muy contenta saber que he ganado la medalla de oro, como se lo prometí antes de salir", explicó entonces a la AFP.

Esa gran preocupación familiar perturbó su preparación para el Mundial, pero poco a poco la situación se fue estabilizando y con ella la cuenta atrás de Caballero para el Mundial de Pekín, donde logró terminar con el reinado de la croata Sandra Perkovic.

Una historia con final feliz que seguramente Denia Caballero no hubiera creído cuando pensaba si continuar o no con el atletismo mientras lanzaba una piedra tras otra en solitario, sin terminar de ver sentido a lo que estaba haciendo.

dr/psr/jt

Mostrar comentarios