En tierra de Nadal

El deporte se repone del revés: del Roland Garros que no fue a carreras más seguras

  • El torneo que se celebra en París espera volver en otoño mientras que la Fórmula Uno avisa que no habrá competición en países sin sanidad fuerte.
Nadal se deja caer sobre la tierra tras su victoria en la final de Roland Garros. /EFE
Nadal se deja caer sobre la tierra tras su victoria en la final de Roland Garros. /EFE

Cada fin de semana, el mundo del deporte esgrime varios ejemplos melancólicos sobre grandes eventos que no serán posibles hasta nueva orden por culpa del coronavirus. Este domingo, con la noticia fresca de que el fútbol profesional volverá a España el próximo 8 de junio, quizás duela más observar el calendario y comprobar que justo ahora Roland Garros debería haber abierto sus puertas para una edición muy especial en la que el español Rafael Nadal buscaría su decimotercer título y los organizadores mostrarían orgullosos al mundo el techo de la pista central que tanto ha tardado en llegar.

Pero como muchas otras manifestaciones deportivas, el desarrollo del Grand Slam de tierra batida se ha visto perturbado por la pandemia de la Covid y el mes de mayo no se vestirá del ocre tradicional del torneo en la capital francesa ni tampoco celebrarán, como solía ser tradición, sobre la misma tierra, el cumpleaños del balear, que siempre soplaba velas durante el torneo (el 3 de junio, para ser exactos).

Eso sí, aún se mantiene la esperanza los organizadores de poder celebrar la 129 edición en otoño, entre finales de septiembre y principios de octubre, si para entonces el avance del coronavirus ha dado un respiro.

Pero nada está garantizado en estos tiempos y en la Federación Francesa de Tenis (FFT) trabajan en todos los escenarios: desde anular pura y simplemente a celebrarlo sin público o la más improbable de que, para entonces, el torneo pueda tener lugar con normalidad.

Para entonces, el techo de la central cobrará más sentido, porque las lluvias pueden ser más habituales. Las once planchas que se ciernen sobre el cielo de la Philippe Chatrier ya están instaladas y en los últimos días han sido testadas con éxito, lo que ha dejado las primeras imágenes de lo que será el torneo parisiense cuando el tiempo lo exija. A partir de ahora, los 15.000 espectadores de la pista central estarán a cubierto en caso de necesidad, una obra que motivó la renovación de todas las instalaciones y que estuvo bloqueada durante años por la oposición de los vecinos del barrio, según relata Efe.

Seguridad absoluta en Fórmula Uno

Hablando de cubrirse en todos los aspectos. La Fórmula Uno, que reforzó mucho su seguridad a raíz de la muerte del brasileño Ayrton Senna y del austríaco Roland Ratzenberger en Imola en 1994, no quiere asumir ni un solo riesgo y no visitará países que carezcan de un sistema médico con garantías suficientes para hacer frente a la pandemia, ha asegurado el representante de los pilotos, el austríaco Alex Wurz.

"No iremos a países donde la crisis sanitaria sea tan grave que no haya suficiente capacidad en su sistema médico", subrayó Wurz, que como presidente de la Asociación de Pilotos (GPDA) ha participado en una conferencia telemática con los jefes de la F1, Chase Carey, y de la FIA, Jean Todt, sobre cómo minimizar riesgos en las carreras del Mundial 2020. "No hubo negociación, solo debate para aportar ideas a fin de asegurarnos de poder regresar lo antes posible y, sobre todo, de la manera más segura. Jean Todt y Chase Carey lo han dejado muy claro", declaró el expiloto en Sky Vodcast.

La Fórmula Uno, suspendida por la pandemia, está previsto que se reanude a principios de julio en Austria, país natal de Wurz. "Sé que tenemos plena capacidad. En Austria tuvimos suerte, los casos fueron muy pocos. En cuanto a tratamiento médico, espacio médico y unidades de emergencia alrededor del Red Bull Ring, no hay problema", señaló. La caravana de la F1 quedará aislada de la población del país que albergue las carreras y se pondrá especial cuidado en evitar contagios entre los propios trabajadores: "Tenemos que asegurarnos de no transmitir el virus entre la industria y el país anfitrión, y en el circuito tenemos que asegurarnos de guardar la distancia entre nosotros para minimizar el riesgo de transmisión".

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