Deportes. Lissavetzky: “estoy satisfecho de haber defendido mis convicciones de juego limpio en el deporte”


El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, afirmó este jueves sentirse “satisfecho” de haber defendido durante sus siete años como máximo responsable deportivo español sus “conviciones” de apostar por el “juego limpio” en tres facetas: El dopaje; la violencia, la xenofobia y el racismo, y el fraude.
Así lo destacó Lissavetzky en el tradicional encuentro navideño con los periodistas en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD), en Madrid, donde acudió flanqueado por sus más directos colaboradores: El director general de Deportes, Albert Soler; el director de la Agencia Estatal Antidopaje, Francisco Javier Martín del Burgo, y la directora general de Infraestructuras Deportivas, Matilde García Duarte.
Lissavetzky destacó que en los siete años que lleva de mandato ha intentado combatir tres “lacras” señaladas en una oleada del Eurobarómetro (dopaje; violencia, xenofobia y racismo, y fraude) y recordó que en todas ellas ha impulsado cambios legislativos. “Estoy satisfecho de haber defendido esas convicciones de juego limpio en el deporte”, añadió.
En una alusión a la obra de Gonzalo Torrente Ballester, Lissavetzky señaló que durante su etapa como secretario de Estado para el Deporte se han sucedido “los gozos y las sombras”.
Entre los “gozos” mencionó los “logros deportivos” y subrayó que “este año ha sido el año de oro de la edad de oro” del deporte español, sobre todo con la consecución del Mundial de Fútbol en Sudáfrica, cuya final reunió a unos 900 millones de telespectadores.
Además, también enumeró los éxitos de 2010 en motociclismo, baloncesto femenino, Fernando Alonso en Fórmula 1, Rafael Nadal en tenis y ciclismo, así como las dos medallas de oro conseguidas ayer por Mireia Belmonte en el Mundial de Natación en Piscina Corta.
También destacó que, según una última encuesta del CSD, la práctica deportiva en España ha aumentado del 37% de 2005 al 43% de este año, de manera que unos 16 millones de españoles hacen deporte de forma habitual, lo que está ligado, a su juicio, con “los éxitos y la imagen del deporte español”.
El esfuerzo del CSD en financiar a las federaciones deportivas, el deseo de que el ADO tenga un nivel similar al del ciclo que concluyó en Pekín 2008, la consolidación del ADO paralímpico son otros aspectos que Lissavetzky situó en el lado positivo de la balanza.
DOPAJE
Por el contrario, Lissavetzky aludió a varias “sombras”, como no lograr los “sueños colectivos” de que Madrid organizara los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2012 y 2016 o que España y Portugal acogieran el Mundial de Fútbol de 2018 o 2022.
No obstante, apuntó que lo que más le ha “dolido” en estos años es la muerte de personas vinculadas al deporte, especialmente Juan Antonio Samaranch, así como las muertes súbitas de deportistas.
Además, subrayó que le ha dolido “terriblemente” los casos de dopaje, “algo que a ningún político ni ciudadano le gusta conocer”. No obstante, aseguró que “me iré con la cabeza alta y la conciencia tranquila porque España ha hecho un esfuerzo extraordinario” con 41 operaciones antidopaje, tres de ellas relacionadas con el deporte de élite: Puerto, Grial y Galgo.
“Podemos seguir estando con la cabeza alta, tenemos que estar satisfechos de habernos puesto a la vanguardia en la lucha contra el dopaje en el deporte. Vamos a seguir aplicando el principio de tolerancia cero en el dopaje”, apostilló.

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