Diego López, primera victoria tras su vuelta al Real Madrid

  • A la tercera va la vencida. O eso dicen. Tres encuentros es lo que ha tardado el nuevo guardameta del Real Madrid, Diego López, en lograr su primera victoria con la camiseta de su nuevo equipo tras su traspaso procedente del Sevilla, su rival de esta noche.

Jorge E. Peris

Madrid, 9 feb.- A la tercera va la vencida. O eso dicen. Tres encuentros es lo que ha tardado el nuevo guardameta del Real Madrid, Diego López, en lograr su primera victoria con la camiseta de su nuevo equipo tras su traspaso procedente del Sevilla, su rival de esta noche.

En tercer partido defendiendo la meta madridista -el segundo en el estadio Santiago Bernabéu-, tras los choques ante Barcelona en Copa del Rey y Granada en liga, el portero gallego cuajó, pese al gol encajado, una buena actuación en la contundente victoria por 4-0 ante su exequipo.

El entrenador madridista, el portugués Jose Mourinho, volvió a apostar una vez más por el exjugador del Villarreal y del Sevilla en detrimento de Adán, y López respondió a la confianza de su técnico con una sólida actuación que le llena de moral de cara al choque del próximo miércoles ante el Manchester United en la Liga de Campeones.

La vida de López, de 31 años, suplente de Andrés Palop en el conjunto andaluz, dio un giro radical el pasado mes de enero después de que el Real Madrid decidiera apostar por él tras conocerse la grave lesión del guardameta titular blanco, Iker Casillas, que estará más de dos meses alejado de los terrenos de juego.

El portero gallego, canterano madridista, tuvo una noche tranquila, en la que no se vio testado en exceso por sus excompañeros, faltos de pólvora en el ataque e incapaces de llegar con peligro al área blanca.

En el que ha sido su primer enfrentamiento ante sus excompañeros después del fichaje, su antiguo equipo tuvo que recurrir de nuevo al portugués Beto, solución de emergencia ante la lesión del portero titular, Andrés Palop.

El encuentro ante el Real Madrid ha sido el segundo de Beto, de 30 años, cedido por el Sporting de Braga para sustituir a López, en la meta sevillista.

Pese a las similitudes con el guardameta blanco, el portugués no pudo hacer nada para evitar que el Real Madrid perforara en cuatro ocasiones su meta y se despidiera del Bernabéu con su mayor goleada encajada tras su llegada al fútbol español.

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