Diego López se aísla para que no le afecte el debate de la suplencia de Casillas en el Real Madrid

    • Su filosofía es superarse cada día y hace trabajo especial en el gimnasio y con balones medicinales.
    • En Almería logró dejar la portería a cero y lo celebró como un triunfo personal porque el equipo lleva 17 goles encajados.
El portero madridista Diego López, galardonado con el premio Vieira de Plata
El portero madridista Diego López, galardonado con el premio Vieira de Plata
Ulises Sánchez Flor

Diego López es el otro protagonista en la extraña situación que está viviendo Iker Casillas. Ahora le toca al gallego sentarse en el banquillo en esta dinámica de las rotaciones que ha impuesto Ancelotti. Si del estado de ánimo y el futuro de Iker se habla mucho, poco se sabe de Diego López, que permanece en un segundo plano mediático pese a ser el titular en los encuentros de Liga.

Cuenta con el respaldo y la confianza de Ancelotti y de William Vechi, el preparador de porteros. Eso lo tiene en cuenta, aunque también es conocedor del fuerte debate que hay en los medios y la división entre los aficionados por la suplencia de Casillas. Por estos motivos ha decidido vivir en una burbuja. Diego López no quiere leer, ni escuchar, ni ver todo lo que se dice sobre la decisión que ha tomado el entrenador. No quiere que le afecte ni le distraiga la opinión que se vierte en los medios, ni los rumores y, si es posible, lo que dicen los aficionados que van al Bernabéu. Todo esto puede repercutir en su rendimiento y en su buena relación con Casillas.

Su filosofía es trabajar fuerte a diario, acudir a Valdebebas con la ilusión de competir y superarse en cada momento. Trabaja muy fuerte. Lo ha hecho durante el último parón de las selecciones, donde se le ha podido ver haciendo un trabajo especial en el gimnasio, entrenando con balones medicinales y con el objetivo de seguir poniéndoselo complicado a Ancelotti. De este modo vive recluido en su trabajo sin estar pendiente a las corrrientes, debates y polémicas que llegan desde el exterior. Lleva casi una vida monacal.

El sábado, en el estadio Juegos Mediterráneo, vivió un día especial. Diego López celebró la goleada contra el Almería como un triunfo personal. Fue un partido en el que brillaron los goleadores y en el que el equipo de Ancelotti demostró su potencial. Pero también fue una cita en la que el equipo dejó la portería a cero, algo que venía buscando desde hace mucho tiempo. Para Diego López era un reto salir imbatido de un campo de fútbol y demostrar que, con él, también se pueden recibir pocos goles. Su equipo, en la Liga, lleva 17 goles en contra, el doble que el Barcelona y el Atlético. Esto no le gusta a él ni a su entrenador.

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