Diego, un 10 "determinante" para Simeone

Iñaki Dufour

Madrid, 31 ene.- El fichaje del brasileño Diego Ribas por el Atlético de Madrid cubre una de las insistentes pretensiones del técnico argentino Diego Simeone, que ya cuenta con el anhelado media punta, con un futbolista "diferente" y con todas las características necesarias para cumplir el papel de un '10' en el equipo rojiblanco.

"Es un jugador determinante, que uno como entrenador sabe que, estando bien, siempre hay posibilidad de ganar teniéndolo en el campo". Es una de las frases con las que el entrenador ha definido a Diego. Nunca escondió el técnico su deseo de volver a contar con él. De hecho, el pasado verano fue su petición para reforzar el equipo.

Simeone entendía entonces que Diego daba un salto de nivel a la plantilla. Es un jugador al que le sobra talento y calidad. Tiene facilidad para jugar entre líneas y para conectar con el ataque. Ya lo demostró en su paso anterior por el Atlético, en la temporada 2011-12; seis de esos meses a las órdenes del técnico argentino.

En ese tiempo, fue un futbolista básico en el esquema del equipo rojiblanco. Primero con Gregorio Manzano en el banquillo, con el que debutó con la camiseta del Atlético el 10 de septiembre de 2011 ante el Valencia en Mestalla y marcó su primer gol en el siguiente duelo ante el Celtic en la Liga Europa, pero sobre todo con Diego Simeone.

Tras años de altibajos entre el Juventus y el Wolfsburgo, dos traspasos millonarios del centrocampista en apenas un par de cursos, su rendimiento creció muchísimo con el entrenador argentino, para el que fue indiscutible en el once. De los 32 encuentros que dirigió Simeone en esa campaña, él jugó 22, 19 como titular, con dos goles, una vez que una lesión le apartó de la competición nueve encuentros.

Él más recordado es la final de la Liga Europa disputada el 9 de mayo de 2012 en el estadio Nacional de Bucarest frente al Athletic. Ahí marcó el definitivo 3-0 con un golazo de jugada individual. Los otros dos tantos los anotó el colombiano Radamel Falcao, ahora en el Mónaco. Ese es el único título con el Atlético de Diego Ribas.

Ahora, su llegada multiplica las posibilidades del equipo para la segunda parte de la temporada, la que decide los campeonatos, y a la que el Atlético llega con opciones en las tres competiciones: la Liga, de la que es 'colíder' con 54 puntos; la Copa del Rey, en la que está en semifinales; y la Liga de Campeones, ya en octavos.

También mejora la plantilla. Sale el francés Josuha Guilavogui, intranscendente en el primer tramo del curso, en el que sólo ha jugado 330 minutos repartidos en siete partidos, y entra Diego, un media punta en el que confía plenamente Simeone y que, además, agranda los recursos creativos del conjunto madrileño, junto a Koke Resurreción, el turco Arda Turan y el argentino José Ernesto Sosa.

Además, puede jugar la Liga de Campeones de este curso y cumple con la premisa de estar ya listo para jugar. "No estamos en momento de esperar jugadores. El equipo necesita jugadores que lleguen, se pongan la camiseta y jueguen", dijo Simeone a principios de este mes, cuando se concretó la incorporación de Sosa, el otro fichaje invernal del Atlético, procedente del Metalist Kharkiv.

Diego viene con 18 partidos disputados y cinco goles en esta temporada en el Wolfsburgo alemán entre la Bundesliga y la Copa de ese país y ya conoce la forma de trabajo y el sistema del técnico argentino, que anhelaba su destreza como media punta o interior derecho desde que salió del Atlético al término del curso 2011-12.