El disco rayado olímpico de los Harting

En Londres-2012, Robert Harting ganó el oro en lanzamiento de disco. Cuatro años después, en Rio-2016 fue su hermano Cristoph quien logró el título. La victoria olímpica de los Harting parece un disco rayado.

El menor de los Harting ganó este sábado el oro gracias a un último intento de 68,37 metros, que le permitió que el título quedara en familia.

Y es que la familia Harting, originaria de Brandeburgo, está formada exclusivamente de atletas. Gerd (el padre) y Bettina (la madre) también eran lanzadores, respectivamente de disco y bala.

Robert, el mayor, de 31 años, triple campeón del mundo y ganador del oro en Londres, tuvo que asistir al triunfo de su hermano desde la grada.

Una lesión en la espalda, al estirar su pierna para apagar la luz con el pie, el miércoles, le hizo competir en inferioridad de condiciones en Rio.

Pese al lumbago producido, decidió participar en las calificaciones y no pudo llegar a la final, terminando en decimoquinta posición.

El reinado Harting estaba concluido. Para su hermano Cristoph, de 26 años, que tenía como mejor resultado un octavo puesto en el Mundial de Pekín-2015, ganar en Rio era una quimera.

Este sábado en la final, no estaba en la lucha por las medallas, pero su sexto y último intento le sirvió para hacerse con un oro que ya casi veía en su cuello el polaco Piotr Malachowski (67,55), campeón del mundo en Pekín-2015, y que se tuvo que conformar esta vez con la plata.

La buena jornada para Alemania se completó con el bronce de Daniel Jasinski (67,95).

Christoph no tiene nada que ver con su hermano Robert.

Si el mayor es excéntrico y extrovertido, al punto de desgarrarse y romper sus camisetas tras un triunfo, el pequeño es introvertido y poco amigo de los focos.

"Yo no soy un vendedor. Me gusta estar en un estadio y es mi escenario. No busco la notoriedad ni la publicidad, se la dejo a los otros", señaló el pelirrojo vencedor.

"Obviamente, como atleta soy una figura pública. Existen muchos tipos de personalidad. Están los extrovertidos, que prestan atención a cómo son mirados y percibidos y los introvertidos como yo. Me siento incómodo ahora hablando a los periodistas. No tengo que parecer bueno en los ojos de los demás. Sinceramente me da igual lo que ustedes piensen de mí", añadió.

"No soy un relaciones públicas. No me gusta responder a preguntas. He tenido malas experiencias", se extendió.

Su hermano Robert, en cambio, se siente bien con la prensa, al punto de multiplicar sus declaraciones controvertidas, como la que hizo poco antes de los Juegos a Usain Bolt, reprochándole su falta de compromiso en la lucha contra el dopaje.

"Bolt es el atleta más conocido del mundo, y en ese sentido debe comprometerse en el debate en curso y luchar por un deporte limpio, teniendo en cuenta además que muchos velocistas han dado positivo y que él mismo ha sido cuestionado", indicó Robert Harting.

"Verlo así, batirse en retirada, hace reflexionar", añadió.

Los dos gigantes de un club berlinés (Christoph mide 2,07 metros, frente a los 'solo' 2,01 de su hermano mayor Robert), han tenido una buena escuela con el ejemplo de sus padres.

"Tienes momentos en la vida en que estás concentrado completamente", dijo Cristoph Harting sobre su lanzamiento ganador.

"Me dije a mí mismo que nadie me podía quitar la victoria", indicó.

Y nadie se la quitó, para alivio de los Harting, cuya melodía olímpica es ya un disco rayado.

psr/ra

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