Según se acerca la reunión de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) este fin de semana en Glasgow, la reforma de la lucha contra el dopaje presente en el programa suscita dudas y escepticismo entre los actores del deporte, sobre todo en torno a su financiación.
La medida estrella pretendida por el COI es dotar de más independencia a los controles antidopaje confiándolos a una entidad independiente creada por la AMA y no a las federaciones deportivas está en estudio actualmente por la AMA. El grupo de trabajo evaluará la situación al respecto durante la reunión de la AMA.
Pero más allá de la implantación de las reformas que establecen que las sanciones en materia de dopaje sean dictadas por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) y no por las federaciones, el principal escollo a librar es la falta de financiación.
"Respetamos las propuestas de la AMA y del COI, pero van dirigidas más bien a las pequeñas federaciones", afirma Michel D'Hooghe, presidente de la comisión médica de la FIFA, añadiendo que su instancia no renunciará a sus funciones. De la misma opinión es otro responsable de otra federación olímpica, quien bajo el amparo del anonimato, considera la propuesta "mas política que práctica".
Por contra, para el secretario general de la Federación de tiro con arco, Tom Dielen, "eso no cambiará gran cosa para nosotros porque ya externacionalizamos los controles". Para el responsable de la lucha antidopaje de una 'pequeña' federación olímpica "todo lo que dote de más independencia a los controles es bienvenido, porque el sistema actual es un poco como si el zorro cuidase el gallinero".
"El buen conocimiento del deporte sigue siendo fundamental en la lucha" antidopaje, señala Christophe Misteli, secretario general de la Fundación Antidopaje en el Ciclismo (CADF), "una estructura independiente" que dirige desde el 'caso Armstrong' la lucha antidopaje de la Unión Ciclista Internacional (UCI). "La CADF propone un modelo que ofrece garantías de independencia. Este modelo es exportable a otras federaciones", añade Misteli.
"Me duele imaginar que el traspaso de los controles antidopaje de cada federación sea obligatorio", se lamenta el responsable de una modesta federación. La estructura independiente encargada de los controles es "una propuesta del COI", recuerda Olivier Niggli, director general de la AMA.
"Corresponderá al COI convencer a las federaciones internacionales de formar parte de ello, de igual modo que le corresponderá asegurar la financiación", añade.
El COI, que ya financia la mitad de los 27 millones de dólares del presupuesto de la AMA, acaba de decidir que atribuirá 500.000 dólares suplementarios a condición de que se adopten las reformas. Una idea es pedir a las federaciones que transfieran a la AMA el presupuesto que dedican a la lucha antidopaje.
"Es necesario que la AMA busque otras fuentes de ingresos aparte de los gobiernos o el movimiento deportivo", estima el investigador suizo Jean-Loup Chappelet, aludiendo a un posible "impuesto a los beneficiarios de un deporte limpio (patrocinadores, televisiones)".
Las actividades de la AMA "no son trasparentes, muchas decisiones se toman entre bastidores y eso lo convierte en un instrumento de manipulación, especialmente de naturaleza política", repitió la semana pasada el presidente del comité olímpico ruso, Alexandre Jukov. La AMA había pedido una exclusión total de Rusia de los Juegos de Rio, algo que no aceptó el COI.
"Se habla mucho hoy de reformas del sistema antidopaje y poco de Rusia", responde Niggli. "El principal dossier en curso sigue siendo la cuestión rusa y la manera de asegurar que se instaure un sistema creíble en el país", añade Niggli.
"La credibilidad entera de un sistema reformado pasa por una independencia real de las estructuras antidopaje nacionales, entre ellas los laboratorios", apunta otro responsable federativo.
El Informe McLaren, que reveló "el dopaje de Estado" en Rusia, y cuya versión final se espera a principios de diciembre, pone de manifiesto el trabajo que aún queda por delante.
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