El Athletic, equidistante: con un colchón de 7 puntos y a 7 de la Champions

  • Bilbao.- El frenazo en seco que sufrió ante el Mallorca ha dejado al Athletic Club equidistante en la tabla clasificatoria, todavía con un colchón de 7 puntos sobre los equipos que se quedan fuera de las posiciones europeas y también con 7 de desventaja respecto a los puestos de Liga de Campeones.

El Athletic suma 1 triunfo y 2 empates en sus últimas 16 visitas al Camp Nou
El Athletic suma 1 triunfo y 2 empates en sus últimas 16 visitas al Camp Nou

Bilbao.- El frenazo en seco que sufrió ante el Mallorca ha dejado al Athletic Club equidistante en la tabla clasificatoria, todavía con un colchón de 7 puntos sobre los equipos que se quedan fuera de las posiciones europeas y también con 7 de desventaja respecto a los puestos de Liga de Campeones.

La derrota sufrida en el Iberostar Estadi puso fin a la racha de cuatros triunfos seguidos que había hecho soñar a los de Joaquín Caparrós con una zona de Champions League que le hubiese quedado a 4 puntos de haber vencido a un rival de los que más disgustos le da en las últimas décadas.

Pero en Palma el Athletic no fue el de las últimas jornadas. Quizás porque se le hicieron demasiados largos y plácidos los nueve días sin jugar desde que recibiera todo tipo de elogios por golear al Sporting en San Mamés; o puede ser que porque todavía hay un trecho del equipo que arrolla en La Catedral al más justo a domicilio, donde solo ganó dos partidos en todo 2010; o también, como le ocurrió el año pasado, que la Champions sea demasiado toro para un equipo acostumbrado a cosas más prosaicas con anterioridad.

Sea lo que fuere lo que lo provocó, el conjunto rojiblanco no estuvo ayer a la altura esperada por su ilusionada afición, que sueña con la mejor competición continental desde que la disfrutase como pocas hace ya 13 años.

Aunque el hecho de verse rápido por debajo en el marcador fuese decisivo en el devenir del choque, lo cierto es que, con la excepción del meta Gorka Iraizoz y los nuevos Borka Ekiza y Urko Vera, ninguno de los jugadores de Caparrós tuvo su mejor día. Ni en lo individual ni en lo colectivo.

Especialmente gris fue la noche de los delanteros, Fernando Llorente, Gaizka Toquero e Iker Muniain, muy por debajo del excelente estado de forma mostrado en jornadas anteriores. Especialmente los dos últimos, excelentes en el último mes. Lo de Llorente es una tendencia, aunque frenada por su acierto goleador.

Aunque los de arriba tampoco estuvieron suministrados por un centro del campo que echó de menos al sancionado Carlos Gurpegui, su consistencia táctica y su poderío en las disputas.

Pablo Orbaiz y Javi Martínez, dos que estaban en alza, fueron superados por el medio campo rival, especialmente por el dinámico y espléndido Jonathan de Guzmán. También estuvo escaso David López, incluso en la estrategia, su fuerte.

Pero quien más chirrió fue Koikili Lertxundi, acelerado ante Nsué en la jugada del gol y desacertado hasta que fue sustituido a principios de la segunda mitad por Igor Gabilondo, que le mejoró. Andoni Iraola lo intentó todo, hasta el remate a portería, pero le faltó la precisión que acostumbra. Como a Markel Susaeta, que intentó ejercer de 'microondas' en la parte final del choque.

En ese tramo surgió la figura de Urko Vera, el chaval llegado hace unas semanas de Segunda B. Acarició el empate el de Txurdinaga, pero su falta de tino y de suerte ante Auoate dieron carpetazo a un choque que le aparca al equipo vasco las ilusiones de Liga de Campeones y le deja centrado en la Liga Europa, competición en la que tiene puestas sus miras desde el inicio del curso.

Quinto en la tabla y con 7 puntos de distancia tanto hacia arriba como hacia abajo, probablemente al Athletic le sea más tiempo de consolidar lo conseguido que de ponerse retos más que complicados.

Sobre todo si su siguiente partido es en el Camp Nou y las próximas visitas a recibir en Bilbao son las de, sucesivamente, Valencia, Sevilla, Villarreal, Real Madrid y Real Sociedad.

De cómo gestione ese tramo del calendario dependerá el objetivo que deba marcarse en un sprint final del campeonato que, eso sí, a la vista de los rivales (Levante, Deportivo, Málaga y Racing), a priori le resulta más asequible.

Ramón Orosa

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